WASHINGTON.- Los demócratas estadounidenses asumen este jueves el control de la Cámara de Representantes con la promesa de desafiar al presidente, Donald Trump, en varios frentes como las políticas migratorias, la salud y el clima, en la segunda mitad de su gobierno, así como resguardar las investigaciones sobre la injerencia rusa.
La nueva promoción de representantes presenta cambios notables. Nunca hubo tantas mujeres en la Cámara Baja de Estados Unidos ni tantos parlamentarios procedentes de minorías, y el ala izquierdista del partido demócrata cobra un mayor peso.
La composición de la Cámara (los demócratas tendrán 235 de los 435 escaños frente a 199 republicanos) hace presagiar intensas luchas con Trump y el Senado, en el que se mantiene la mayoría republicana. La primera prueba de esa nueva convivencia consistirá en encontrar un acuerdo para poner fin al “shutdown”, el cierre de la administración federal.
La 116ª generación del Congreso rompió las barreras antes de que sus miembros pusieran un pie en Washington.
Hay un número récord de mujeres que prestaron juramento el jueves. Mujeres musulmanas llegarán al Congreso por primera vez, al igual que las nativas americanas. El estado de Texas envió al Congreso a las dos primeras latinas del Estado y dos congresistas negras electas de Nueva Inglaterra también harán historia al venir a Washington. Los primeros históricos vienen de ambos partidos y al menos un miembro será menor de 30.