ADN Digital
Todos los años hacen la misma cosa. Es que son tan previsibles. A la mayoría de ellos la Patria les importa un comino. Tienen que atender sus “asuntos”, rekutu, sobre todo en este año electoral y luego una vasta clientela política, además de los intereses de los “amigos”, generalmente narcos, que “colaboraron” para ponerlos en el sitio, además de lo habitual, parientes y amantes.
Ese es su mundo. Esos son los protagonistas. Para ellos trabajan. Lo reiteramos no son todos. Existe una minoría que se aparta de esta descripción.
Entonces, ¡que hacen año a año!, cuando les llega el PGN 2018, el ordenador de gastos más importante que tiene el país. Lamentablemente la Constitución les dio la facultad prácticamente de hacer lo que quieran con el tema. Ellos tienen que aprobarlo. Ellos tienen que darle el ok final. Entonces tiran vito el dinero del pueblo, asignan recursos a sus “amigos”, cortan los de otros, se supone que tienen que fijarse en las fuentes de financiamiento, cuando agregan algo, pero como no hay manera de justificarlo, lo pasan por alto, aumentan y listo, que se vea luego Hacienda, tratando de cumplir con esas partidas presupuestarias. Un ejemplo cercanísimo es que lo que va a pasar con el tema del aumento de los docentes. Como los gremios que no aceptan la oferta del 12% del gobierno, tienen influencias políticas con los Añetete, que conforman el alicaído “grupete”, van a pedirles que ellos suban a 16% el referido aumento. ¿Qué razones primarán? Conteste por favor el lector.
La rogativa para que el Parlamento no “infle” irresponsablemente el presupuesto, empieza por parte de las mismas autoridades del gobierno. Desde el presidente de la República, pasando por la ministra de Hacienda y todas las autoridades del sector. Todo el mundo les advierte que esos números están en el límite, fueron estudiados una y otra vez para ajustarlos al máximo. Les recalcan además que no se deben hacer concesiones en la materia so pena de violentar la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF) que es el espinazo sobre el que se apoya todo el balance presupuestario.
Luego viene la catarata de suplicas por parte de los empresarios, las fuerzas vivas, que ven una seguidilla de aumentos, cuando el Senado empieza a manosear el asunto. Se suman los analistas económicos, todos a la una: Por favor, no “inflen” el presupuesto de manera irresponsable.
Ni pelota. A nadie. Ellos son quienes mandan. Y solamente ellos. Le meten mano a los números de acuerdo a sus “criterios” y arman el despelote…así año a año.
Caemos en la tentación de anotar aquí lo que dice gente respetada respecto al presupuesto 2018 recientemente presentado por el gobierno.
Amílcar Ferreira, economista: “En general yo te diría que es un presupuesto equilibrado, un poco la preocupación que surge es el tema del año electoral y que no se caiga en la tentación de querer nuevamente aumentar más allá de las posibilidades del Fisco el gasto corriente”, dijo a la 920 AM. Sobre un posible comportamiento inadecuado de los parlamentarios, el economista recordó que no sería la primera vez. Asimismo, consideró importante el margen establecido para destinar fondos a inversiones, así como la contemplación de la colocación de bonos por un monto cercano a los US$ 600 millones.
O sea. Todo bien. Pero el PGN saldrá del Parlamento todo mal. Maltrecho. Violado. Sin remedio. Como todos los años.
¡Esta es otra de las razones por las que amerita cambiar urgentemente la Constitución Nacional!