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RÍO DE JANEIRO.- Los profesionales cubanos de la salud exiliados en el país sudamericano luchan para quedarse con sus familias y conseguir el permiso para ejercer su profesión, tal y como lo exige el presidente electo Jair Bolsonaro. Muchos temen volver a la isla por las carencias que allí se viven.
El anuncio del fin del programa Más Médicos fue el último capítulo de las tensiones entre el gobierno cubano y el presidente electo, un ultraderechista aferrado al discurso anticomunista y ferviente opositor del acuerdo desde su creación en 2013. “Sabía que el acuerdo no se mantendría en pie con el gobierno de Jair Bolsonaro, pero aun así es desconcertante”, se lamenta la médica cubana Maylobis Torres Ferreira, de 32 años.
“Es difícil porque no voy a terminar mi misión de tres años, pero lo bueno es que ahora veré a mi familia”, se consuela la doctora, que atiende pacientes en el interior del Estado de São Paulo.
“Brasil me ofreció más comodidades, pero la vida en Cuba es más tranquila. La victoria de Bolsonaro me ha dejado el miedo de que el país se vuelva más violento. No sabemos cómo piensa la gente ni cómo va a reaccionar”, añade.
Unos 400 médicos cubanos, los primeros en dejar Brasil, salieron el jueves en vuelos pagados por Cuba. En La Habana fueron recibidos como héroes en una ceremonia que recordó el simbolismo político del programa. Mientras tanto, en Brasil, el exmilitar no deja de celebrar el fin del convenio, que proporcionaba unos 300 millones de dólares (unos 264 millones de euros) al régimen de la isla.
