La violencia se apoderó de las calles y el EPP hizo de las suyas, pero la oposición ni se da por enterada.
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Los partidos políticos fueron, otra vez, los grandes ausentes

ASUNCIÓN.- En lo que respecta a los grandes temas de interés nacional, los partidos políticos brillaron nuevamente por su ausencia a lo largo del año que culmina. Solo se hicieron presentes para pedir votos y luego desaparecieron.  La ola de violencia, la falta de gasa en los hospitales públicos, el precio de los combustibles, un “sargento” al frente de la educación y el azote de la corrupción, fueron algunas de las cuestiones sobre las que ni siquiera emitieron un comunicado.

Hace muchos años que los partidos políticos parecen haber desaparecido de la realidad nacional, aunque nunca tanto como en los últimos meses, quizá debido a la confusión de roles que tienen en este momento, en donde, a pesar de haber ganado las elecciones de abril, muchos piensan que el Partido Colorado no está en el poder, y por el evidente relacionamiento cordial del gobierno con quienes debieran ser sus principales detractores, los opositores.

La situación del país ha ido retrocediendo de manera alarmante en estos últimos meses, desde que asumió el nuevo gobierno. El retroceso de la economía se siente con fuerza en el bolsillo de los ciudadanos, y a eso se suma la ola de violencia que azota de manera despiadada a la población, a tal punto que analistas consideran que los grupos delictivos como el EPP parecieran estar burlándose del Ejecutivo con acciones que demuestran la impotencia de los organismos responsables de la seguridad del país.

Aunque algunos referentes políticos son consultados sobre esta situación, no hay ninguna postura oficial de algún partido que demuestre que está atento a lo que ocurre en el país y dispuesto a intervenir de manera inmediata, dando su opinión y denunciando las cuestiones mal hechas.

Las carencias en los hospitales públicos, de medicamentos, gasa y otros elementos fundamentales para la población de escasos recursos, se suma al precio alarmante del combustible y a la presencia de alguien absolutamente incapaz al frente del Ministerio de Educación, además de la sensación de que cada vez más estamos rodeados de corrupción. Todos estos elementos dan cuenta de lo mal que está el país y lo mucho que le hace falta un sector político comprometido con la realidad y consciente de los problemas.

Hace unos años se solía decir que los partidos políticos paraguayos basaban su accionar en gacetillas; ahora ni eso. En el último tiempo se han convertido en maquinarias electorales, que solamente aparecen cuando se acercan unas elecciones, demostrando que el objetivo fundamental que tienen es llegar al poder, aunque no sepan qué hacer una vez que lo logran.

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