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ASUNCIÓN.- Curiosa discriminación de la Justicia paraguaya a los imputados por violencia familiar o por feminicidio en grado de intento. El pelotero, Rodrigo Burgos, que chuta en Olimpia goza de una inmunidad que ninguno de sus “colegas” agresores, abusadores o cuasi asesinos gozaron ni gozan, en el momento de su imputación.
¿En qué se diferencia Rodrigo Burgos de “Juan Pueblo”? Para el juez o los jueces, ya no sabemos cuántos son, el pelotero “tiene que trabajar para mantener a su familia”. ¿Y los otros, cómo se arreglan? ¿Quién mantiene a sus familias cuando ellos están presos o con prisión domiciliaria? O ¿Acaso no tienen el mismo derecho que protege a Burgos para sostener a sus hijos?
¿Qué es primero? ¿La seguridad de la persona que corre peligro de muerte o el “hambre de sus hijos? Y, ¿Cuánto gana Rodrigo Burgos? ¿No tiene ahorros para sostener a su familia? Pero parece que esta lindura de persona hasta está acusada de haber incumplido la prestación alimentaria de sus hijos, pero eso no importa… a ciertos jueces.
Para ser claro: un partido de fútbol, un club de fútbol, un jugador de fútbol nunca puede estar por encima de la Ley. Se suele decir que “A Ley pareja, nadie se queja”, pero los privilegios otorgados al pelotero suenan más a prevaricato o al menos a interpretaciones torcidas de la ley. Y no vengan con lo de la “multa” de dos millones de dólares, que no tiene nada que ver con el fondo de la cuestión.
Aquí la cuestión es aplicar la Ley a todos por igual, cosa que no se cumplió en el caso de Rodrigo Burgos, simplemente porque tiene que jugar la Copa Libertadores.
Atrocidades jurídicas vimos muchas. Esta es una más de la muy cuestionada Justicia paraguaya.
