Inicio / La visión de ADN / Luces y sombras

Luces y sombras

“Sin vencedores ni vencidos”, dijo el ministro Enrique Riera, tras la firma de los acuerdos, donde tuvo que intervenir el propio presidente Cartes, para que se levante la “toma de colegios” decretada por los alumnos secundarios como forma de presión al gobierno.

Habría que ver si fue como dice Riera. Todo el mundo está de acuerdo, como lo dijeron algunas pocas voces sensatas, cuando arreciaba la crisis, en que la reforma educativa es urgente y necesaria y las iniciativas que estaban en curso eran insuficientes o no tenían el necesario eco en los medios de comunicación, menos aún en las oficinas respectivas del MEC y ni qué decir en los organismos del gobierno dedicados a este menester.

Por eso cuando la ministra Lafuente enumeró sus logros antes de irse, todo el mundo se sorprendió. Nadie sabía que había emprendido, por ejemplo, una feroz lucha contra los planilleros y la corrupción en el MEC, con logros importantes, pero creándose enemigos implacables que terminaron pasándole la factura, utilizando posiblemente a los pequeños alumnos. Influyó mucho también su falta de cintura política, como ya quedó anotado.

Ahora, lo cuestionable es la forma en que obraron. Primero, tomando las aulas –y después los colegios enteros-en una actitud dictatorial. Si no estabas de acuerdo…fuiste, como dicen ellos en su jerga. Esa situación determinó la aparición del Movimiento Independiente de Estudiantes, que lo primero que requerían era seguir con las clases. Segundo, tomándose una suerte de “vacaciones de otoño”, ya que prácticamente estuvieron un mes sin entrar a las aulas. No pudieron acaso enviar de emisarios, a los líderes, para que negocien el tema. Pero parar todo el sistema educativo, no parece razonable. Se busca la excelencia educativa y se pierden por motivos importantes, cierto, casi un mes de clases, que no se retomarán. La historia de recuperar las horas perdidas los sábados etc., es una vieja historia.

Hay más puntos oscuros en todo este tema. Detrás de los alumnos estaban sus padres y detrás de sus padres, había organizaciones gremiales-políticas de docentes, especialmente, entre ellas la OTEP-, que gravitó en el curso de los acontecimientos.

Será difícil volver a meter a los alumnos en los colegios, como antes. Saldrán de nuevo a  la calle, por cualquier motivo, de acuerdo a experiencias similares vividas en los países vecinos.

De hecho, se han declarado “contralores” de los acuerdos a los que arribaron con el gobierno. La gran pregunta es: ¿tendrán la madurez necesaria para administrar con responsabilidad este espacio que ganaron prematuramente en la sociedad? Ojalá que sí. Y que al tiempo de exigir, también se exijan a sí mismos. Después de todo están en una de las etapas más críticas de su formación como personas útiles a la sociedad.

Vencedores ni vencidos. Habrá que ver.

Por de pronto, fue una crueldad innecesaria, sin duda, mal aprendida de sus mayores, el cierre de la avenida Mariscal López, en momentos de tráfico brutal, para “festejar la victoria alcanzada”.

Commentarios

comentarios

Mira también

Nunca es tarde

Fue en una conversación casual entre amigos, en estos días calurosos de finde. Por supuesto …