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Hay una sentencia de la Corte Suprema de Justicia que dice que Horacio Cartes y Nicanor Duarte Frutos están habilitados para ser senadores activos. Pero el presidente del Congreso, Fernando Lugo, quiere que opinen abogados y que la asesoría jurídica del Senado emita dictámenes para luego atribuirse él la facultad de resolver si permite que juren. Así que un simple leguleyo tendrá que opinar sobre la decisión del máximo tribunal de la República.
ASUNCIÓN.- No es la primera vez que Lugo nos sorprende con alguna idea absurda y delirante. El año pasado insistía en que él estaba habilitado para ser reelecto como presidente, puesto que la Constitución prohibía la reelección solamente para quienes estaban en el ejercicio del cargo, algo que mereció la burla y el abucheo de juristas y constitucionalistas.
Pero lo de ahora ya suena más exagerado, sobre todo porque lo dice como presidente del Poder Legislativo, justamente el que se encarga de las leyes de la República. Pero a él eso no le preocupa, así que muy seguro de sí mismo dijo a los periodistas que pidió dictámenes a abogados, a la asesoría jurídica del Senado y a la Justicia Electoral, sobre la posibilidad de que Duarte Frutos jure como senador.
No incluyó a Cartes porque aún no fue aceptada su renuncia, pero si se logra que el Congreso la trate antes del 1 de julio, los dictámenes también le afectarán.
Es inaudito que un simple abogado deba dictaminar sobre una sentencia del organismo que la Constitución designa como su intérprete directo. Es como que un cura de pueblo decida si lo que dice el Papa está bien o mal. Así de ridículo es lo que decidió Lugo. Para colmo, también menciona a la Justicia Electoral, y el primero en decir que Cartes, Duarte Frutos y Afara estaban habilitados para ser senadores fue justamente el Tribunal Superior de Justicia Electoral.
Así que, solo nos queda preguntarnos ¿qué es lo que pretenden Lugo y los demás opositores? Es obvio que están dispuestos a hacer lo que fuere con tal de impedir el juramento de Cartes, que es al que realmente tienen miedo. Nicanor ya no les preocupa y hasta podrían dejarle que jure, aunque otra perlita de Lugo fue decir que antes tiene que renunciar a la senaduría vitalicia, lo cual no tiene sentido porque uno no puede renunciar a un cargo que nunca asumió.
Quedan aún 2 semanas para que se defina el tema y, por lo visto, seguiremos viendo y escuchando un rosario de estupideces de los “brillantes” legisladores.
