SÃO PAULO.- Luiz Inácio Lula da Silva, uno de los políticos latinoamericanos más carismáticos de los últimos 20 años, quiere volver a presidir Brasil en 2018. Antes tendrá que sortear cinco juicios que podrían llevarlo a la cárcel.
Lula, cofundador del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), fue interrogado el miércoles pasado en Curitiba (sur) por el juez Sergio Moro, emblema de la lucha contra la corrupción, como presunto propietario de un tríplex que le habría ofrecido la constructora OAS, involucrada en el fraude a Petrobras, en retribución de favores ilegales. El exmandatario (2003-2010), que enfrenta otras investigaciones, niega todos los cargos, pero si es hallado culpable y el fallo es ratificado en segunda instancia no podrá postularse.
Estas son las acciones penales ya abiertas en su contra: Apartamento tríplex: La fiscalía señala que Lula recibió un soborno de 3,7 millones de reales (1,16 millones de dólares al cambio actual) de OAS, que pagó un total de 87,6 millones por debajo de la mesa a políticos y funcionarios.