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ASUNCIÓN.- Los campesinos reanudan mañana su manifestación en el centro capitalino, con anuncio de más violencia. El seudodirigente y concejal departamental, Elvio Benítez, amenazó incluso con un “estallido social”, mientras que Luis Aguayo advirtió que “podría haber muertes”. Entretanto, la Policía adelantó que ya no tolerarán actos vandálicos, como los que se sucedieron a lo largo de los más de 20 días de marchas de los labriegos que tratan de forzar la aprobación de la ley que condone sus deudas con los bancos públicos y privados.
Los líderes de la movilización buscarían esta semana generar más violencia para forzar un enfrentamiento con la Policía. Además, estarían planeando llegar hasta el Congreso Nacional, pese a que los uniformados aseguraron que no permitirán.
PRESUNTO DELINCUENTE
No sería raro que Elvio Benítez encabece un intento de estallido social, ya que es un archiconocido en el ámbito delincuencial, pero gracias a la complicidad judicial sigue operando en el lado oscuro de la ley, en especial agrupando a campesinos que no quieren trabajar para tratar de estafar al Estado, en este caso pidiendo condonación de millonarias deudas que nada tienen que con la producción.
Según los antiguos pobladores del asentamiento Tava Guaraní, del distrito de Santa Rosa del Aguaray, Dpto. de San Pedro, Benítez nunca empuñó un machete, ni una azada para labrar la tierra. Después de sortear varias órdenes judiciales, como supuesto asesino, marihuanero, estafador, invasor de tierras, abigeo y otros, se profesionalizó como dirigente campesino. También incursionó en la política y ahora ocupa el cargo de edil regional en el segundo departamento. Actualmente, gracias a su habilidad para embaucar a los campesinos, lleva una “vida de rey”.
El luguista Elvio Benítez se caracteriza siempre por incitar a la violencia, estar metido en hechos de corrupción y otros tipos de vandalismo. Además tiene en su haber una larga lista de antecedentes judiciales. A Benítez le adjudicaron desde homicidio, robo agravado, abigeato, perturbación de la paz pública, amenaza de otros hechos punibles, asociación criminal, lesión grave y hasta secuestro. Sin embargo, con todos estos antecedentes reapareció tras el triunfo de Fernando Lugo, en el 2008.
