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ASUNCIÓN.- Acostumbrada al “periodismo de investigación festivalero”, la estrella de ABC Color, Mabel Rehnfeldt, pegó el grito al cielo porque la Fiscalía la llamó a testificar por el caso de los audios conseguidos de manera irregular. Al salir del juzgado cuestionó la medida judicial como queriendo destacar que “ella está por sobre el bien y el mal y lo divino y humano”.
En plan de autobombo y entrevistada por su propio medio, y evitar así preguntas incómodas, dijo que “tengo derecho a sospechar que esto, es un proceso de intimidación”; dejando en claro que ella ocupa un espacio superior a la propia Justicia que no debe tener la osadía de llamarla a declarar.
La “estrella” del periódico de Aldo Zuccolillo, dijo que su función solo consistió en divulgar los audios que hacen sospechar tráfico de influencias en la administración de Justicia desde el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados.
Apuntó que “no puedo ser considerada como testigo, porque el testigo es el que tiene conocimiento directo o indirecto de los hechos punibles”, escudándose en el derecho a proteger la fuente sin comprender que ese derecho el derecho a no divulgar la fuente no implica la ausencia de responsabilidades por parte de la prensa.
La postura de la “investigadora” de ABC Color es imponer el criterio editorial del medio, “que importa si el método fue legal o ilegal lo importante que es que se destapó la corrupción en la administración de la Justicia” y agregó la periodista que “no por eso; yo no puedo ser considerada testigo”, gritó y abundó en su argumento por escapar de la jeringa: “No puedo ser considerada como testigo, porque el testigo es el que tiene conocimiento directo o indirecto de los hechos punibles”.
Fiel a su vieja costumbre de declararse perseguida dijo al abandonar la sede judicial que “esto puede ser un proceso de intimidación, porque hasta ahora nadie ha sido convocado a declarar. Los que están procesados están libres, tranquilos, no han sido convocados hasta ahora. Ni la gente que pudo testimoniar que estos hechos estaban ocurriendo”.
Y avanzó aún más erigiéndose como en otras ocasiones como la gran defensora de la democracia “y están en juego el ejercicio de la democracia y las garantías constitucionales”, tratando de esta manera ubicarse en una posición de todo poderosa, fiscal y juez de vida y hacienda de la República. Y todo porque la Justicia la llamó a declarar como a cualquier hija de vecino que debe respetar la Ley.
