ADN Digital
Artículos relacionados
Indignada por la exigua condena que recibió el excura párroco Félix Miranda por abuso sexual, la madre del niño afectado decidió enviar una carta abierta al papa Francisco, donde relata el martirio que pasó su hijo en manos del sacerdote. “Esos días ya ni quiero recordar, vivíamos un calvario. La sociedad se me vino encima”, refiere parte del escrito. La misiva fue entregada ayer al Mons. Francisco Pistilli, quien se encargará de remitir el correo.
ENCARNACIÓN, Dpto. de Itapúa.- La mujer espera que el pontífice interceda para que se haga Justicia con respecto al caso; ya que los jueces Blas Zorrilla, Fabián Iglesias y Nelio Prieto, condenaron el pasado martes al excura párroco a solo dos años de prisión, con suspensión condicional de la pena, debiendo donar la suma de cinco millones de guaraníes al Hospital Regional de Encarnación.
Al momento de los hechos, Félix Miranda -perteneciente a la Congregación Redentorista del Paraguay- se desempeñaba como sacerdote en la Iglesia San José Obrero del distrito de Edelira.
La madre del niño, menciona que en el 2015 decidió recurrir al padre porque estaba teniendo dificultades con el carácter de su hijo, que en aquel entonces tenía 13 años. El clérigo se ganó su confianza y se comprometió a ayudarla.
“Soy una madre soltera con dos hijos, a quienes busco educar y guiarles por el buen camino. Una mujer sufrida que busca salir adelante honradamente. La vida me ha dado muchos golpes, pero como mujer paraguaya he salido de todas. Pero, el peor golpe, he recibido hace más de dos años. Desde aquel día, mi familia no vive en paz, nos robaron”, manifiesta al inicio de la carta.
Poco tiempo después de que el menor comenzara a frecuentar la casa parroquial, la mujer comienza a notar cambios en su hijo. “Jamás pensé que era el inicio de mis peores días como mamá”, agrega en la misiva.
“El cura, en pocas semanas, le compró celular, ropas nuevas, le llevaba en los mejores restaurantes, las mejores comidas y le regaló una guitarra. Yo entré en alerta. Las cosas ya no me gustaban, porque no era eso lo que le había pedido al religioso”, explica.
Ante esta situación, la mamá del niño empezó a tener problemas con el párroco y dejó de darle permiso al menor para ir a la Iglesia. “Como respuesta, Miranda manipuló a mi hijo y le puso en mi contra. Le decía que su madre no quería que él progresara en la vida, que no le iba a dar los lujos que él le daba. Le dijo que le llevaría a estudiar a Asunción en las mejores universidades”, señala.
En el 2016, el niño que ya tenía 14 años, confesó ante las autoridades de su colegio que “fue abusado por el cura”. “Esos días ya ni quiero recordar, vivíamos un calvario, pasamos hambre con mis hijos, porque ya no podía trabajar. La sociedad se me vino encima, pero yo solo quería recuperar a mi hijo. Mi pequeño sufría bullying en cualquier lugar donde iba, incluso en el colegio religioso donde estudiaba y se vio obligado a abandonar”, describe.
PONTÍFICE RECOMENDÓ SIQUIATRAS PARA NIÑOS HOMOSEXUALES
A bordo del avión que lo llevó de Irlanda a Italia, el papa Francisco dijo: “Cuando eso (la homosexualidad) se manifiesta desde la infancia, hay muchas cosas por hacer por medio de la psiquiatría”. El Vaticano luego retiró esa referencia de la versión oficial. Por otra parte, la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) emitió ayer un comunicado expresando su “indignación y el dolor por cada caso de abuso y por cada persona lastimada y vulnerada en su dignidad”.
Sin importar que hubiera sido escuchado por todos y grabado por todos los reporteros, la palabra “psiquiatría” fue retirada de la publicación dada a bordo de la aeronave “para no alterar el pensamiento del papa”, explicó un portavoz del Vaticano.
“Cuando el papa se refiere a ‘psiquiatría’, está claro que quería dar un ejemplo sobre las diferentes opciones de lo que hay que hacer”, explicó la española Paloma García Ovejero.
El pontífice no quería decir que se trata de “una enfermedad psiquiátrica”, precisó.
Interrogado sobre qué le diría a los padres que detecten orientaciones homosexuales en su hijo, el santo padre respondió: “Les diría, en primer lugar, que recen, que no condenen, que dialoguen, entiendan, que den espacio al hijo o a la hija”.
En tanto, la CEP manifestó con relación a las denuncias de los abusos sexuales que como miembros de la Iglesia comparten con la ciudadanía su “indignación y el dolor por cada caso de abuso y por cada persona lastimada y vulnerada en su dignidad. Además, nos llena de vergüenza cuando estos crímenes y pecados son realizados por católicos y dentro de las instituciones de la Iglesia, en particular por aquellos que ejercen el ministerio”.
