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Mal comienzo

El lanzamiento de la dupla de la disidencia no empezó con buenos pasos. Anunciado con bombos y platillos como el gran acto de la unidad colorada en contra de “los secuestradores del partido” quedó reducido a un encuentro de compinches del que solo participaron los añetete más uno, Hugo Velázquez.

Ni siquiera el discurso de Mario Abdo Benítez tuvo el tono triunfalista que se esperaba. No pudo convencer a nadie de que el anticartismo llegaría unido a diciembre, porque los hechos mostraban obviamente lo contrario; del gran acto de unidad solo asistieron 3 de los 5 líderes que pensaban pactar un proyecto y una chapa común. Y de esos 3, Luis Castiglioni no tiene gente que sumar a ningún proyecto. Así que lo que queda claro es que el acto del jueves pasado fue exclusivamente protagonizado por los de Colorado Añetete y Velázquez, nadie más.

La ausencia del vicepresidente Juan Afara y el vicepresidente Nicanor Duarte Frutos debió sentirse muy duramente en los organizadores del acto, a tal punto que Abdo Benítez tuvo que hacer modificaciones de última hora a su discurso, obligado a mencionar a los ausentes, asegurando que se seguía conversando con ellos y mostrándose optimista de que se lograría la unidad del frente anticartista.

Si esto fuera cierto y hubiera alguna mínima posibilidad de que las conversaciones continúen, Afara y Duarte Frutos, por lo menos, habrían tenido la cortesía de asistir al acto de lanzamiento, o enviar algún saludo. Al fin y al cabo, si son amigos y pretenden, juntos, hacer cosas en el futuro, un gesto de buena voluntad no les hubiera sacado la hombría a ninguno de los 2. Pero no lo hicieron, no se asomaron ni pasaron por enfrente del lugar en el momento más importante para sus supuestos aliados.

De hecho, mientras Abdo Benítez se desgañita intentando justificar la ausencia de ambos, el escudero de Afara, Richard Gómez, ha salido a cuestionar públicamente el acto inconsulto que realizó el movimiento de Marito, lanzando una candidatura que ni fue consensuada ni goza del apoyo de todos los sectores anticartistas.

Dijo, entre otras cosas, que era inentendible la prisa que tuvieron en lanzar la tan mentada chapa, habiendo aún tiempo para lograr acuerdos que pudieran beneficiar a todos y, lo más importante, lograran conformar un grupo lo suficientemente fuerte como para enfrentar al oficialismo en las internas próximas.

Por su parte, Duarte Frutos dijo que haría una plenaria de su movimiento y luego decidiría qué rumbo tomar. Lo cierto es que no se mostró para nada muy entusiasmado con la decisión del movimiento de Marito de lanzar a tambor batiente una dupla conformada entre gallos y medianoche.

Pero dejemos de lado a los ausentes y centrémonos en los que sí estuvieron presentes. Castiglioni pasó absolutamente desapercibido como lo que es, un cadáver político que nunca consiguió algo más que la Vicepresidencia en tiempos de Nicanor.

Abdo Benítez, que debió haber sido la estrella de la noche, se mostró como un candidato tibio, sin propuestas ni un discurso claro y convincente. Lo más fuerte que hizo fue lo mismo de siempre, atacar al gobierno. Velázquez por su parte hizo gala de la incoherencia que viene mostrando desde hace varias semanas, atacando con dureza al oficialismo al que perteneció durante 4 años.

Entre tanta improvisación y tibieza, y las ausencias, el gran frente anticartista quedó reducido a los añetete más uno, Velázquez. Y todo hace pensar que esta situación continuará así hasta diciembre, restando posibilidades a quienes pretenden enfrentar a la dupla oficialista en las internas próximas.

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