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En una entrevista limpia y fácil de entender que le hicieron al exministro “Santi” Peña, ayer a la tarde en la 9.70, se mencionaron varias cosas que el gobierno debería hacer –y no hace- lo cual llama la atención a todo el mundo y sobre todo despierta sospechas acerca de que las cosas no van a cambiar. Y que al timonel le faltan fuerzas para concretar los cambios drásticos que exige la ciudadanía y se muestra dubitativo en un momento en que debería lanzarse decididamente a recuperar la credibilidad en su gestión.
Decía Santi, algo bien elemental, que si por él fuera revisaría- por ejemplo- los números de Petropar, porque aparentemente hace tiempo están dadas las condiciones para ajustar -para abajo- los precios de los combustibles
Agregaba -con toda razón -que no había nada más positivo para la gente y que además sería “no una sensación”, sino una realidad, que impactaría directamente, en forma positiva, en sus bolsillos.
Por supuesto, todo el mundo sabe lo que significa la rebaja del precio de los combustibles, de inmediato debe bajar el pasaje, los fletes y todo lo que está relacionado a este vital producto. Un manto de alivio cubriría a la República. Razón tiene “Santi” para pensar así.
Pero no. La titular de Petropar resistió hasta ahora todos los embates. Conste que hay muchos que piensan que con ella se generaron todos los males de la economía, que ahora están haciendo eclosión. Al poco tiempo de asumir, como su primera medida de gobierno en Petropar, ordenó alegremente un aumento generalizado del precio de los hidrocarburos como para borrar de un plumazo la “mala costumbre” del gobierno de Cartes, de reducir casi automáticamente esos precios cuando las circunstancias así lo permitían.
Dijo más verdades “Santi”. Lo anotamos. Hay que aprovechar la paz política reinante. Claro que sí. HC le está dando un tiempo formidable para rehacer su alicaída gestión. Tiene un respaldo inédito, que – a propósito- no tuvo el ex presidente. El Congreso está para apoyarlo, con mayorías seguras.
Igualmente, el exministro criticó a la clase política que obra de espaldas a los problemas de la economía. Todo el mundo debería remangarse para salir de la crisis, indicó.
Volviendo al tema de la economía dijo que tanto o más importante que la macroeconomía, era la microeconomía, la que impacta directamente en el día a día de la población. Allí debe ser puesto el énfasis, manifestó.
Asimismo, alertó a las agencias financieras del Gobierno para que estén en una suerte de vigilia permanente para apoyar las medidas, para poner lo suyo, para que el dinero circule nuevamente.
No debe haber incertidumbre, advirtió asimismo el joven economista.
Mencionó finalmente que el jefe de Estado lógicamente debe encabezar todo este movimiento de recuperación del país. “Si no hay una conducción definida, cualquier evento será adverso e iremos saltando de crisis en crisis”, concluyó.
La entrevista como lo dijimos se explica sola. Si se desea hacer bien las cosas, las recetas resultan fáciles.
Pero hay que poner primero al país, como pregona HC.