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Malos ejemplos

Ni que fuera tierra de nadie, los invasores entraron. Se aposentaron, cortaron los árboles e instalaron su campamento. Como Pedro por su casa. Nos referimos claro está a la reciente ocupación del Cuartel de la Victoria en las cercanías de Asunción.

Inmediatamente se desató la indignación ciudadana, se escucharon voces de todo tipo condenando el hecho y solicitando el inmediato desalojo del sitio, dedicado en un tiempo a albergar a los guerreros del ayer, en el Chaco y hoy día aunque ya sin residentes, el espacio está dedicado a exaltar la memoria de aquellos que salvaron al país de la mutilación y la deshonra, como lo dijo el Mariscal Estigarribia, al anunciar el armisticio.

Fueron hasta el sitio descendientes de los héroes de la Guerra del Chaco, intelectuales, historiadores, músicos, el pueblo en general, a exigirles que se marchen, que era una barbaridad lo que estaban haciendo.

Desde el principio se pudo advertir que los invasores estaban asistidos por alguien. Llegaron en varios ómnibus fletados, pagados por los padrinos en las sombras, quienes con toda seguridad buscaban obtener réditos políticos con el acontecimiento.

Al poco tiempo los mismos salieron a la luz. El Frente Guasu, ¡qué lamentable! Les pasa por las alturas el tema de la democracia, sus preceptos, la propiedad privada, etc. Y eso que fueron gobierno en el cercano pasado. Y hoy día están en el Parlamento orondos, como gente seria, cuando que en realidad son gente sin escrúpulos, capaces de cualquier cosa, con tal de conseguir sus objetivos. Capitaneados por supuesto por el nunca bien ponderado exobispo Fernando Lugo Méndez.

Ellos alentaron la invasión, ellos la financiaron y ellos quisieron consolidarla a nivel del Parlamento con un proyecto de expropiación de esas tierras.

Gracias a  Dios las cosas no salieron como ellos esperaban, sus “ahijados” se marcharon a la Plaza de Armas, frente al Congreso, donde con toda caradurez anunciaron que esperarán las “ofertas de tierra” que el gobierno tiene para ellos, “pero cerca de Asunción”, amenazaron.

Por supuesto el problema creado por el FG no está aún solucionado. Y es un terrible mal ejemplo que podría ser seguido por otras organizaciones similares que se consigan un “sponsor”, como estos indeseables.

El pueblo que estuvo defendiendo el Cuartel de la Victoria posiblemente ya esté empezando a olvidar el incidente. No debe hacerlo. Sobre todo ahora con las cercanas elecciones generales donde se tiene la oportunidad de castigar a los malos políticos y premiar a los buenos. Estos piratas de la política no deben pasar el examen, ya tuvieron lo suyo y se aplazaron rotundamente llevando al país por poco al abismo.

Malos ejemplos. Hay que separar la paja del trigo, como dice la Biblia.

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