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Los disidentes llevan desde el 2015 haciendo campaña en contra de Horacio Cartes, pero ahora que el jefe de Estado les dejó libre la cancha, se convertirá en el gran elector en las internas coloradas, y para ello, Mario Abdo Benítez volverá a mendigar su apoyo porque sabe que aquel que cuente con él será el candidato de la ANR en las elecciones del 2018.
ASUNCIÓN.- El problema que separó a los disidentes del cartismo ocurrió cuando, antes de las internas para la elección del presidente de la ANR, Cartes decidió no apoyar a Marito y convertir a Pedro Alliana en su candidato. Así que el encono y la rabia de este sector siempre estuvieron motivados por la pichadura y los celos.
Así cuando Abdo Benítez dice que Cartes es un mal presidente, en realidad lo que quiere decir es que “le odio porque no me eligió como su candidato”. Y a consecuencia del despecho se impulsaron proyectos y se tomaron decisiones en el Senado, que muy lejos estaban de la conveniencia del pueblo.
Pero de repente la cosa cambió. Cartes ya no es candidato y deberá elegir a quien apoye en las internas coloradas. Así que, de ser el malo de la película, el jefe de Estado se convirtió en la niña bonita con la que todos quieren bailar, incluidos los disidentes.
Así que ése al que persiguieron, atacaron y bloquearon durante casi 2 años se ha vuelto persona de interés para los “marioabdistas” porque “por ahí nomás” decide que la mejor opción es el líder de Colorado Añetete. Cualquiera con 2 dedos de frente sabe que esto no ocurrirá y quien consiga el apoyo de Cartes será alguien de Honor Colorado, pero como soñar no cuesta nada, los disidentes ya empezaron a lanzar mensajes amistosos hacia el jefe de Estado.
El primero fue Silvio Ovelar, el conocido senador “Trato apu’a”, quien aprovechó cuanta entrevista radial le hicieron para destacar “la grandeza” que tuvo el presidente al renunciar a su candidatura para el año que viene. Nadie duda de que fue un gesto de grandeza, pero que lo digan quienes hasta hace 2 semanas lo veían como el enemigo público número 1 suena, por lo menos, a hipocresía.
Para colmo, la cortísima trayectoria política de Abdo Benítez no soportaría otra derrota en unas internas, ante un candidato que ni siquiera es Cartes sino su delfín. Lleva mucho tiempo sin acusar el golpe de lo ocurrido en el 2015 y sabe que si ocurre lo mismo en diciembre, esa será su muerte política, o por lo menos, de sus aspiraciones presidencialistas. Así que hay que ganar el apoyo del jefe de Estado por una cuestión de supervivencia.
