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Con motivo de un nuevo aniversario del 18 de octubre, fecha emblemática para el Partido Liberal, el presidente Mario Abdo Benítez concurrió ayer al local de dicha organización para saludar a su titular, Efraín Alegre. Más allá del aspecto protocolar, que no es objeto de cuestionamientos, dirigentes políticos y analistas coincidieron en manifestar que el encuentro es una ratificación de las estrechas relaciones existentes entre el mandatario y el oficialismo del PLRA, que se remonta al menos a tres años atrás, cuando se coaligaron en el Senado para enfrentar al gobierno colorado.
ASUNCIÓN.- A nadie pareció sorprender demasiado la visita de Abdo Benítez a Alegre, en el local partidario liberal. Es obvio que la relación entre el presidente de la República, colorado, es mucho mayor con la oposición que con sectores internos de la ANR.
Es cierto que esta visita tiene un ropaje protocolar; el PLRA recuerda hoy una de sus fechas más importantes, y nadie puede negar que es el partido mayoritario de la oposición, aunque tampoco extrañaría mucho que visite al presidente del Partido Democrático Progresista, que tiene unos 20 afiliados, porque también forma parte de su “primer anillo”.
Las veces que se ha visto que un presidente colorado haga gobierno con sectores de la oposición es cuando hay algún gobierno de coalición. Eso se ve en cualquier parte del mundo.
Pero cuando quien llega a la Presidencia de la República, normalmente prioriza a la gente de su partido para conformar su gabinete. Aquí no hubo coalición, al contrario, el Partido Colorado ganó las elecciones teniendo a una alianza en contra. Una alianza en la que estaban todos los que eran antes sus amigos y ahora vuelven a serlo.
Esta relación tan estrecha de Abdo Benítez con sectores de la oposición no es nueva. De hecho empezó en el 2015, cuando la bancada colorada se quebró y surgió la disidencia, encabezada por el ahora presidente de la República. Durante estos 3 años, el movimiento que después se convertiría en Colorado Añetete, en alianza con las bancadas de la oposición, intento boicotear al gobierno de Horacio Cartes y, aunque no lo logró, sí hizo mucho daño a la ciudadanía.
A este paso y con actitudes como esta, Abdo Benítez parece mucho más dispuesto a consolidar una alianza con la oposición que con su propio partido, el que le permitió ganar las elecciones.
