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ASUNCIÓN.- Aunque no es la primera vez que lo dice, ayer el presidenciable de Colorado Añetete, Mario Abdo Benítez, volvió a insinuar que su sector no apoyará al candidato de la ANR –si el elegido no es él- para las elecciones de abril del 2018. Lo que parece obvio es que, después de tantos discursos exitistas, el disidente empieza a darse un baño de realidad y ya sabe que en diciembre volverá a perder las internas.
Mientras el presidenciable oficialista Santiago Peña convoca al gran abrazo republicano, incluso antes de que se realicen las internas del 17 de diciembre próximo, Abdo Benítez abre el paraguas e insinúa que su sector no apoyará al candidato colorado para la Presidencia de la República, si el ganador no es él.
En realidad, lo que Marito está haciendo es preanunciar que él y sus seguidores traicionarán al Partido Colorado en el 2018, como 10 años atrás –en el 2008- lo hiciera quien encabeza su lista al Senado, Luis Castiglioni, lo cual deja en evidencia que ambos tienen mucho más en común que su tan mentado anticartismo.
El argumento utilizado por el líder de Colorado Añetete es bien ridículo. Según él, no hay ninguna forma de que pudiera perder las internas a no ser que se lleve a cabo un gran fraude electoral, como si una contienda electoral fuera una ciencia exacta y los resultados escritos previamente sobre roca. Por lo tanto, si no le dan el triunfo, él y los suyos traicionarían al partido, yendo en contra del candidato electo, supuestamente porque será fruto del fraude.
Lo único que deja en evidencia Marito es que ya sabe que no ganará las internas y actúa como un clásico perdedor, abriendo el paraguas y anunciando el rechazo a los resultados electorales. Si tuviera la más mínima noción de que podría ganar las internas, su discurso sería convocante, aglutinador, porque sabría que para el 2018 necesitaría el apoyo de todos los sectores internos del partido.
Muy diferente actúa su contrincante, Peña, quien insiste con un discurso amistoso y convocante, porque él sí piensa que ganará las internas y que para vencer a la oposición en las elecciones generales, evitando que la ANR pierda el poder, debe contar con el apoyo de todos los colorados. Pero el discurso perdedor de Marito, igual que el que tuviera su compañero de ruta Castiglioni, ya no convence a casi nadie.
