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ASUNCIÓN.- Los senadores Mario Abdo Benítez y Desirée Masi se han erigido en intérpretes de la Constitución Nacional, facultad destinada exclusivamente al Poder Judicial, específicamente a la Corte Suprema de Justicia. Ellos no opinan sobre la constitucionalidad o no de la enmienda, sino que dictan sentencia, con lo cual se meten directamente en las atribuciones de otro poder del Estado.
Marito y su consorte política están absolutamente descontrolados. Con el correr de los días y los últimos acontecimientos se han dado cuenta de que la reelección vía enmienda está a un paso de convertirse en realidad, así que han quemado sus barcos y buscado alianza con empresarios de medios de comunicación que también juegan esta partida a favor de sus intereses personales.
Ni estos senadores ni algunos matutinos quieren que Horacio Cartes pueda volver a ser presidente de la República. Los primeros, porque la intención es que el candidato colorado sea Abdo Benítez, quien no tiene la menor chance de ganar las internas si debe competir con el jefe de Estado. Si no pudo ganar en el 2015 al caballo del comisario, mucho menos tendrá posibilidad de hacerlo compitiendo con el mismo comisario.
En cuanto a los empresarios de medios de prensa, en este primer mandato de Cartes se toparon con trabas para sus negocios personales (y familiares), por lo que no quieren saber nada de que pueda continuar por 5 años más, porque eso perjudica a sus finanzas.
Todos se convirtieron en constitucionalistas primero y en miembros de la misma Corte, después. La crítica a las leyes y a los actos del Estado es libre, pero ningún estamento, excepto el judicial, puede dictar sentencia. Así que cuando ellos deciden que la enmienda es inconstitucional, lo que hacen es violar la misma Constitución que dicen defender y atropellar a otro poder del Estado.
Ni Marito ni Desirée, ni sus socios empresarios pueden decidir qué es constitucional y qué no. Esa es una atribución exclusiva y excluyente de la Corte Suprema de Justicia, que es el único intérprete de la Carta Magna. Si los colorados en alianza con Frente Guasu y el llanismo liberal consiguen aprobar la enmienda, lo que les quedará a los disidentes, algunos opositores y medios de comunicación será recurrir al máximo tribunal con una acción de inconstitucionalidad. Ese es el camino legal, y no el que ahora pretenden emprender.
MASI ANDA HISTÉRICA
Desirée Masi decidió que el Senado no asista a ninguna sesión extra para tratar el proyecto de enmienda, con lo que anuncia públicamente su decisión de violar y hacer que sus colegas violen la Constitución Nacional. Según la socia de Mario Abdo Benítez, los senadores no van a dar bolilla a la iniciativa popular, aunque esté firmada por 500 mil paraguayos, porque ellos ya trataron un proyecto de enmienda y lo rechazaron.
Toda histérica, desde el viernes está exigiendo a la Justicia Electoral que haga públicas las planillas con las 366 mil firmas entregadas por la ANR, a pesar de que el asesor del TSJE, Luis Alberto Mauro, ya anunció que las mismas serán publicadas en la próxima semana.
En ningún momento el TSJE dio a entender que tenía la intención de ocultar los datos, a pesar de lo cual la senadora del PDP actúa como si estuviera perseguida por lobos feroces que están dispuestos a violar la Constitución cuando que, en realidad, ella es la única que advierte públicamente que lo hará.
