ADN Digital
Artículos relacionados
ASUNCIÓN.- Desirée Masi y Robert Acevedo fueron denunciados por haber utilizado un grupo de Whatsapp para planear un atentado contra el presidente Horacio Cartes. Su abogado, ahora, pretende que el caso sea desestimado con el argumento de que no hay nada que investigar, a pesar de las pruebas arrimadas por el denunciante, Luis Canillas.
El “grupete” de disidentes y opositores formó un grupo en Whatsapp con el nombre de “SOS Paraguay”, supuestamente con la intención de discutir sobre proyectos de ley a ser presentados en la Cámara de Senadores.
Pero lo que realmente hacían en sus largos chateos era conspirar contra Cartes y el proyecto de enmienda, cuya presentación, en ese momento, era inminente. Canillas accedió a una cuenta que formaba parte de este grupo y así pudo conocer, de primera mano, todo lo que planeaban estos senadores.
Lo primero que destacó fue una frase de Masi dirigida a Acevedo, en la que le pide la contratación de un sicario para atentar contra la vida de Cartes, recurriendo al supuesto conocimiento que pudiera tener el presidente del Senado sobre las mafias por ser de Pedro Juan Caballero.
Posteriormente los diálogos plantearon otras situaciones, como la posibilidad de un juicio político al presidente y el vicepresidente Juan Afara y, más tarde, se centraron en el peligro de que la enmienda pudiera ser aprobada, puesto que esta abriría la puerta a la reelección de Cartes, el enemigo común de todos los integrantes del “grupete”.
Cuando el caso fue denunciado por Canillas ante la Fiscalía, se inició la investigación y lo primero que se hizo fue pedir a Masi y Acevedo que entregaran sus teléfonos celulares a los investigadores, algo a lo que se negaron por lo que las pesquisas no pudieron ir mucho más allá.
El único celular que pudo ser analizado por los técnicos del Ministerio Público fue el que estuvo en poder del denunciante, el que, según el abogado de Masi, Guillermo Duarte, no arrojó resultados sobre la existencia de algún complot, por lo que concluyó que “no hay nada que investigar”.
El fiscal de la causa, Leonardi Guerrero, había prometido a la opinión pública que no descansaría hasta que no se compruebe la veracidad de la denuncia y, en caso de confirmarse la existencia de un complot, los responsables serían castigados.
