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CIUDAD DEL ESTE.- Reclusos de la penitenciaría regional de Ciudad del Este mataron a cuchillazos a Marcos Aurelio González, condenado el viernes último a 30 años de prisión por abusar y estrangular hasta matar a dos niñas; una de 6 años y otra de 8 años de edad. El crimen que dejó consternado a todo el país, ocurrió el 4 de marzo del 2012, en la fracción El Mensú, del km 29 de la ciudad de Minga Guazú.

De acuerdo al informe policial, anoche, cerca de las 22.00, el reo fue “ajusticiado” por otros presos, cuyas identidades se desconocen. El hombre fue trasladado hasta el Hospital de Trauma, donde siendo las 03.40 se produjo su deceso.

Por disposición de la fiscal de turno Abog. Estela Mary Ramírez, el cuerpo fue entregado a su hermano Víctor González.

Marcos Aurelio fue sentenciado a la pena máxima por decisión unánime de los magistrados Carlos Vera Ruiz, Teresita Cazal y Dólica Giménez de Liuzzi.

La acusación estuvo a cargo del fiscal Edgar Modesto Torales quien pudo demostrar que el hoy sentenciado aprovechó que las dos niñas se encontraban solas en la casa para someterlas sexualmente y luego asesinarlas.

También pidió la aplicación de medidas de seguridad, pero los magistrados entendieron que no había estudios científicos que demuestren su peligrosidad, para que se exponga a ese tipo de medidas penales.

Las pruebas científicas fueron fundamentales para la sanción penal del acusado, ya que las muestras de ADN de semen y vello púbico extraídas del cuerpo de las niñas y cotejados con el suyo indicaron un 100% exactitud que él era el responsable de tan atroz hecho.

“La ciencia es indiscutible, esas pruebas científicas son irrefutables. El hecho de abuso sexual en niños es deleznable, repudiable y la forma en que se realizó el homicidio también, el cuerpo de las niñas tenía moretones y hubo penetración anal y vaginal, luego un estrangulamiento”, detalló el magistrado al momento de explicar la sentencia.

González no mostró arrepentimiento y la declaración de los testigos sumó pruebas indiciarias que llevaron a los jueces a la convicción de una certeza, sobre los hechos ocurridos en el distrito de Minga Guazú.