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El Medio Oriente vivió el 2016 sumido en una crisis que viene a tensionar aún más una región que atraviesa uno de los periodos más convulsionados de su historia reciente, con el avance del autodenominado “Estado Islámico”, la inestabilidad en Irak y la guerra civil en Siria, que ya cumple casi cinco años y que ha desplazado a miles de civiles. A esto se suma el apoyo de Turquía al gobierno sirio para combatir a los rebeldes.
DAMASCO.- Durante 2016, la inestabilidad en el Medio Oriente, en particular la guerra civil en Siria, fue posiblemente la amenaza más importante.
Como resultado de esta lamentable situación, la migración y los refugiados han generado cuadros impresionantes en los medios noticiosos. Este conflicto tiene su raíz en el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), grupo terrorista que se nutrió de los años prolongados de conflicto armado en Irak y en Siria.
La crisis de más de un millón de refugiados en el Mediterráneo hizo de la migración forzada, el tema actual más doloroso en el mundo. Según la ONU hay más de 232 millones de migrantes – políticos y económicos –, es decir, 3.2 por ciento de la población global.
La respuesta de los Estados que reciben a los refugiados, principalmente los de la Unión Europea, ha sido muy limitada y pone en duda la estabilidad del proyecto europeo. Es preocupante ver cómo se relaciona la percepción de los migrantes con el aumento del racismo y la xenofobia, especialmente en Alemania, Francia, Polonia y Reino Unido.
Además, la crisis en Medio Oriente dejó en evidencia un conflicto más profundo que atraviesa el mundo islámico, entre musulmanes chiitas y sunitas, y esconde una disputa de poder entre las principales potencias que encarnan esas dos visiones religiosas: Irán y Arabia Saudita.
Una escalada del conflicto, sin embargo, solo empeoraría un escenario ya complejo en Medio Oriente, donde el principal objetivo debe ser la lucha contra el “Estado Islámico” y el fin de la guerra en Siria. En ese sentido, el régimen de Bashar al-Assad con el apoyo de Rusia y Turquía, lograron tomar la ciudad de Aleppo -la que antes del conflicto era el sostén económico de Siria- de las manos de los yihadistas.
En tanto que Irak, las fuerzas iraquíes avanzan con retomar Mosul del Estado Islámico, que se ha apoderado de la ciudad desde hace más de dos años.
