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ASUNCIÓN.- Hasta ahora, los diarios de Aldo Zuccolillo y Antonio J. Vierci han decidido llamarse a silencio y limitarse a informar sobre la alianza entre el PLRA y Frente Guasu. Ahora se ven en la difícil situación de decidir si la apoyan porque es encabezada por Efraín Alegre, o la rechazan porque está integrada por un elegido del archienemigo de sus patrones, Fernando Lugo.
El ataque a Lugo en ABC y Última Hora viene de varios años atrás. No olvidemos que ambos diarios aplaudieron rabiosamente el juicio político que lo sacó del poder, y, por si eso fuera poco, hace unos meses el exobispo se alió al cartismo y el llanismo para impulsar la reelección presidencial vía enmienda, algo que se convirtió en un cáncer que debía extirparse rápidamente tanto para Zuccolillo como para Vierci.
A medida que crecía el odio hacia Lugo aumentaba la admiración hacia Alegre, a quien, en el último tiempo, llegaron a convertir, a través de sus diarios, en el gran defensor de la institucionalidad de la República, seriamente amenazada por los proenmienda.
Desde que se inició el proceso electoral camino a las internas de diciembre y las generales de abril del año próximo, ambos diarios apostaron a una alianza de la oposición, convencidos de que había que impedir a toda costa que Santiago Peña –del que ya tienen asumido que será el candidato colorado- pudiera ganar la Presidencia de la República.
No podemos olvidar que Zuccolillo y su diario fueron los principales impulsores de la candidatura de Mario Ferreiro como cabeza de chapa, pero ni ellos mismos pudieron hacer que Alegre se apeara de su desmedida ambición de llegar al Palacio de López. Pero aun así, Zuccolillo y Vierci siguieron apostando por la alianza, convencidos de que si no era Mario el compañero del liberal, habría de ser otro Ferreiro, ya sea Adolfo o Guillermo.
Pero he aquí que Alegre hizo exactamente lo contrario de lo que se le había aconsejado desde los poderosos medios de comunicación, lo que demuestra que es lo suficientemente retobado como para tomar decisiones sin importar que estas molesten a sus mecenas.
Así que el Capitán América se alió con Hannibal Lecter y las redacciones de ambos diarios hicieron humo por todas partes. Habrá que replantear la línea editorial para ver si aplaudir o satanizar a la nueva dupla opositora.
