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El próximo sábado 30 de julio se desarrollará la reunión del Consejo del Mercado Común (CMC) del Mercosur, a instancia de Uruguay. En la ocasión, una vez más abordarán el traspaso de la presidencia pro tempore del bloque a Venezuela, que es prácticamente inviable por falta de consenso entre los país miembros; un requisito indispensable para que el país bolivariano asuma la titularidad temporal.
ASUNCIÓN.- El CMC agrupa a los ministros de Exteriores y de Economía de los países miembros del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela) y es el principal órgano de decisión del bloque después de la Cumbre de jefes de Estado.
Uruguay ostenta en estos momentos la presidencia del Mercosur y según el orden rotativo del mismo le toca a Venezuela asumir el cargo a partir de este mes y durante los próximos seis meses, algo a lo que se oponen algunos miembros.
El encuentro tratará de solucionar esta crisis y llega precedido de una reunión entre algunos de los cancilleres del bloque y altas autoridades de Exteriores el pasado lunes en Montevideo en la que se acordó ir a un cuarto intermedio y seguir realizando consultas antes de tomar una decisión.
La posible asunción del país caribeño ha encontrado la firme oposición de Paraguay, que principalmente en boca de su canciller, Eladio Loizaga, ha manifestado repetidas veces que en Venezuela no se dan las condiciones democráticas y de derechos humanos necesarias como para que tenga la presidencia.
Para Brasil “hay un problema de política en Venezuela que pone en duda” sus “credenciales” para asumir la presidencia, según manifestó tras el encuentro del lunes el subsecretario para América del Sur, Central y el Caribe de la Cancillería brasileña, Paulo Estivallet.
Uruguay, por contra, ha reiterado en varias ocasiones su intención de pasar la presidencia del grupo a Venezuela con base en las normas del Tratado de Asunción de 1991, constitutivo del Mercosur.
La posición de Argentina fue clara cuando su canciller, Susana Malcorra, manifestó a finales de junio su voluntad de que Venezuela asuma el mando, pero se tornó ambigua tras unas declaraciones posteriores del presidente, Mauricio Macri, cuestionando el respeto a los derechos humanos que se da en la nación caribeña.
En cuanto a la postura de Venezuela, su canciller, Delcy Rodríguez, declaró al salir del encuentro del pasado lunes en Montevideo que el traspaso de la presidencia se iba a hacer efectivo en los próximos días, algo que luego negaron los otros partícipes de la reunión.
Además, Rodríguez indicó que para el traspaso de mando no existe en las normas del bloque ningún condicionamiento que no sea el de la rotación semestral por orden alfabético y que de no hacerse se estarán violando los tratados constitutivos del Mercosur.
