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Se estaría reinstalando el mismo escenario de 20 años atrás en la mesa de negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea (UE). Un panorama bastante sombrío se situó con las últimas declaraciones del ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, que afirmó que “las negociaciones están bloqueadas”. No es postura oficial de la UE, pero no es ajeno a los negociadores que Francia tiene peso propio, sobre todo en el rubro agropecuario. La cancillería paraguaya mantiene el optimismo, situación similar en los gremios ganadero y comercial, aunque con algunas reservas. Un análisis profesional no ve futuro favorable y apunta a que se impondrá el mismo criterio de 20 años, el de seguir con el proteccionismo que exigen los franceses.
ASUNCIÓN.- Un eventual acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur significaría la conformación del segundo bloque comercial más grande e importante del globo, con un Producto Interno Bruto (PIB) estimado en 15 billones de euros y una población superior a los 800 millones de personas. Un solo país, Francia, está a punto de lograr que naufrague una vez más en 20 años de conversaciones por abrir un corredor comercial libre de aranceles aduaneros.
Después de una seguidilla de reuniones con ministros de economía europeos por intentar salvar las negociaciones con el bloque sudamericano, el ministro de Hacienda francés Nicolas Dujovne, dijo que el acuerdo entre la UE y el Mercosur se enfrió y su colega de Finanzas, Bruno Le Marie fue aún más lapidario: “las negociaciones están bloqueadas”. Intentándose sacarse responsabilidades de encima Dujovne añadió que “la responsabilidad es de varios países de Sudamérica de frenar el acuerdo”; sin embargo, la postura del presidente francés Emmanuel Macron es la más dura de todos los gobiernos europeos en el desarrollo de una política proteccionista.
Estas negociaciones plantean como un fin único para ambos bloques lograr una Asociación Interregional que abarque aspectos más allá de lo eminentemente comercial: una asociación política, económica, financiera, social y cultural con características muy especiales; sin embargo, hace aguas debido a la inquebrantable política conservadora de Francia, sobre todo en el rubro agrícola.
OPTIMISMO
Los cancilleres del Mercosur se manifiestan optimistas en las frenadas conversaciones y su principal portavoz, el canciller paraguayo Eladio Loizaga reiteró que “para el bloque sudamericano un acuerdo con la Unión Europea dará un mensaje muy importante al comercio internacional”. Estas negociaciones comenzaron a cobrar valor en reuniones mantenidas en Buenos Aires, Brasilia, Bruselas y Asunción, en momentos en que Estados Unidos profundiza sus políticas proteccionistas.
El ministro Dujovne, de visita oficial en Buenos Aires, dijo a los medios que “por el momento, las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea, por diferentes razones, están bloqueadas. Estamos esperando por decisiones de varios países de América del Sur que hacen que las negociaciones no avancen”.
La confirmación francesa de no arriar sus banderas proteccionistas cayó fuerte sobre la mesa de negociaciones y contradice las expectativas de los comisarios representantes de la UE en un momento en que la negociación había entrado en fase de lineamientos finales. Se está negociando la última parte del acuerdo; limando propuestas de un lado y del otro, para realizar el anuncio pactado entre ambos bloques para antes que acabe marzo.
Los bloques económicos llevan dos décadas de negociación en busca de un acuerdo comercial, pero aún mantienen grandes diferencias a la hora de permitir el ingreso de artículos de su contraparte.
La UE establece duras condiciones para abrir su mercado a los productos agropecuarios y al biocombustible del Mercosur, mientras que los sudamericanos recelan de una posible “invasión” industrial y de servicios desde Europa que perjudique a los sectores locales.
