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“Sí, tengo verdadero miedo. Estamos al límite. Un incidente bastará para desencadenar una guerra”, declaró el papa Francisco a bordo del avión papal en el que se dirigió a Chile, donde este lunes inició un viaje que también lo llevará a Perú. A los periodistas que lo acompañan en el vuelo, les dio una emotiva fotografía tomada luego del ataque nuclear sobre Nagasaki.
CIUDAD DEL VATICANO.- “Necesitamos destruir las armas y esforzarnos por el desarme nuclear”, añadió el sumo pontífice.
A petición del papa, a los periodistas que viajan con él se les distribuyó una fotografía de un niño superviviente del ataque nuclear de Nagasaki de 1945, cargando a la espalda a su hermano muerto. La imagen estaba acompañada por la frase: “El fruto de la guerra”.
Jorge Bergoglio, ya pidió anteriormente el desarme nuclear ante el aumento de las tensiones entre Corea del Norte y Estados Unidos.
El Santo Padre llegó ayer a Chile, donde estará hasta el jueves, y de allí viajará al vecino Perú, permaneciendo en ese país hasta el domingo.
El viaje del Pontífice se ve precedido de seis ataques incendiarios contra iglesias católicas en Chile, el último de ellos ocurrido la madrugada del domingo.
La visita de Francisco a Chile, se produce en medio de graves cuestionamientos a la Iglesia local por abusos sexuales contra menores cometidos por miembros del clero y presuntamente ocultados por la jerarquía eclesiástica chilena.
El papa se desplazará también hasta la ciudad de Temuco, ubicada en el sur del país, en la zona de la Araucanía, una región marcada por fuertes tensiones derivadas de demandas de las comunidades mapuches que exigen desde hace años la devolución de sus tierras, entre otras exigencias.
A pesar de ello, el afirmó este lunes que el viaje a Chile no será tan complicado porque estudió allí. “Tengo muchos amigos allí, lo conozco bien. Por el contrario, conozco menos Perú”, explicó.
Las autoridades chilenas esperan que lleguen cerca de un millón de argentinos, bolivianos y peruanos para ver al jerarca de la Iglesia Católica. En las fronteras se incrementó en un 96% el contingente habitual de funcionarios en periodo estival y en un 63% en el Paso Internacional de los Libertadores -el principal cruce entre Argentina y Chile- en plena cordillera de los Andes.
