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ASUNCIÓN. Las consecuencias de la prohibición de remesar reales desde Paraguay al Brasil, ya son y serán devastadoras para Ciudad del Este y otras ciudades fronterizas, incluyendo también a Foz de Yguazú.
De los 12 mil empleados despedidos, muchísimos provienen del lado brasileño.
Juan Vicente Ramírez, de la Cámara de Comercio de CDE, considera este caso debe ser parte de la agenta presidencial de Paraguay y Brasil. “Es una cuestión que se debe encarar al más alto nivel, en la que deben intervenir también los ministerios de Hacienda y Cancillería, porque se convirtió en asunto de Estado”, dijo.
Por de pronto, ya existe un pedido al Banco Central del Paraguay (BCP) la mediación con su par brasileño para levantar la restricción de remesas de reales a aquel mercado.
La situación comenzará a presionar y generar necesidades en la medida que se den los plazos de vencimientos de pagos de las empresas de las remesas que deban hacer. “Debemos entender que no todas las empresas tienen las mismas premuras, pero llegará un momento límite que reducirá el margen de maniobra de las empresas si es que no se encuentra una solución cuanto antes”, manifestó Ramírez.
Aclaró que los vencimientos de pago son semanales, quincenales, mensuales “y a la larga será un problema muy serio”, dijo. Será alarmante cuando se llegue al tope, cuando los bancos se nieguen a recibir reales por el motivo generado en Brasil.
“Si se nos corta estos canales para las operaciones de remesas, que son totalmente legítimas, que es lo que nos alimenta en nuestros negocios, no encontramos otros caminos para invertir en nuestras empresas”, concluyó.
