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ASUNCIÓN.- Según Arnoldo Wiens, aunque en este momento parece muy complicado que Horacio Cartes pueda jurar como senador, la coyuntura política puede cambiar, por lo que no se puede asegurar que no vaya a ocurrir en los próximos meses. Con esto, el secretario de Estado reconoció dos cosas, que no está seguro de que la situación irregular se mantenga por mucho tiempo más, y que la permanencia del trucho Friedmann en el Senado se da solamente porque en este momento hay una mayoría que lo avala.
Nada de lo dicho por Wiens es mentira, ya que es más que sabido que la ruptura institucional del Senado se dio a votazo limpio, porque los añetete, aliados con la oposición, consiguieron la mayoría necesaria para hacer jurar a dos truchos en reemplazo de quienes fueron electos por los electores y proclamados por la Justicia Electoral como senadores de la Nación.
El ministro del MOPC fue, por lo menos, sincero al no intentar justificar siquiera la situación, y remitiéndose al hecho de que el juramento de Cartes no se da por la coyuntura actual, que hace que no tenga la mayoría que necesita para hacerlo. Así de simple y sin vueltas. Por eso habla del ambiente político inadecuado y otras cuestiones como estas, que ni por asomo se acercan al fondo de la cuestión, que es inconstitucional, etc. etc., que es lo que utilizan los anticartistas cuando pretenden justificar el caos y la ruptura institucional.
“La coyuntura no es favorable, pero en política nunca se sabe”, afirmó Wiens en una entrevista radial, dejando abierta la posibilidad de que el mismo recurso que utilizaron para evitar su juramento, el “votazo”, pudiera finalmente cambiar la suerte de Cartes y su usurpador, Rodolfo Friedmann, y poner las cosas en su lugar.
Cuando, el 30 de junio del año pasado, el entonces presidente del Senado, Fernando Lugo, haciendo abuso de poder y usurpación de funciones públicas, convocó a Friedmann y Mirta Gusinky, quienes no fueron electos senadores por quienes votaron la lista de la ANR, para que juraran como tales, en sustitución a Cartes y Nicanor Duarte Frutos, el quiebre institucional fue tan contundente, que hasta la ciudadanía quedó sorprendida por tamaño desparpajo.
Pero el Senado siguió funcionando como si su situación fuera normal, a pesar de la permanencia de dos usurpadores, que integran el quórum, votan y forman parte de las comisiones asesoras, incluida una bicameral que justamente está presidida por uno de ellos. Aunque lo advertimos varias veces, al estar integrada ilegalmente, todas las decisiones del Senado podrían ser atacadas de inconstitucionales, nadie prestó atención al problema.
El cartista Sergio Godoy había dicho que era muy difícil cambiar la situación y conseguir que Cartes fuera convocado a jurar, mientras se mantenga la misma mayoría. Y eso, ahora, el abdista Wiens lo acaba de confirmar.
