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La situación en las cámaras del Congreso se ha vuelto insostenible, y queda claro que hasta que asuman las nuevas mesas directivas el próximo sábado, nada volverá a funcionar. Las minorías se resisten a entregar el poder, al que se aferran con uñas y dientes, tomando decisiones arbitrarias, erigiéndose en jueces y trabando cualquier iniciativa de las mayorías.
ASUNCIÓN.- En el Senado, el “grupete” que durante 2 años tuvo la mayoría y la perdió en los últimos meses, cuando el Frente Guasu se retiró de la Multibancada por estar de acuerdo con la reelección vía enmienda, todavía no puede asumir su realidad y sigue haciendo y deshaciendo a su antojo, de manera absolutamente irracional y violando cualquier principio republicano.
Esto les resulta sencillo ya que siguen teniendo el poder con el que sometieron a la cámara durante 2 períodos seguidos, primero con el disidente Mario Abdo Benítez y después con el efrainista Robert Acevedo, quien no fue más que un escudero fiel y entregado al “grupete”.
Como, además, se apoderaron de la Presidencia de todas las comisiones asesoras, levantan sus reuniones, postergan temas importantes, priorizan los que se les antojan y fijan, con absoluto descontrol, el orden del día de las sesiones de la cámara, como si quienes sí tienen la mayoría fueran convidados de piedra.
En Diputados la cosa es aún más rebuscada. La mayoría la tuvo siempre el oficialismo colorado, y la sigue conservando a pesar de alguna que otra baja, con el llanismo liberal y el luguismo como aliados. Lo que ocurrió allí es que el presidente de la cámara cambió de bando y de estar en la mayoría, pasó, sin vuelta de hoja, a pertenecer a la minoría, sin haber hecho el proceso mental correspondiente por lo que tiene un grave conflicto de ubicuidad.
Esto significa que el confundido Hugo Velázquez, que ahora pertenece a la minoría, sigue actuando como si estuviera respaldado por la mayoría de la cámara, por lo tanto corta debates, levanta sesiones y rechaza el tratamiento de actas como si estuviera avalado por algo más que su prepotencia e irracionalidad.
Lo único bueno de todo esto es que falta apenas 1 semana para que asuman las nuevas mesas directivas de ambas cámaras y se renueven las autoridades de las comisiones asesoras de las mismas. Allí se pondrán las cosas en su lugar; la mayoría tomará el poder y la minoría hará lo que hacen las minorías, pelear por algún espacio secundario.
