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Mirar lo que se hizo

Un apreciable sector de la ciudadanía, azuzado siempre por los medios “hegemónicos” de los “dones”, Zuccolillo y Vierci, está reaccionando de mala manera ante los recientes ajustes de precios del gasoil común y de los pasajes, anunciado por el sector oficial.

Por supuesto, nadie pretende que se aplauda una medida tan impopular como la movilidad para arriba de lo que hay que pagar por estos rubros denominados “estratégicos” en el cuadro de necesidades de primer orden de la ciudadanía.

Lo que pasa que una reacción negativa, desmedida, como la que se instaló en el ambiente público y sobre todo en las redes sociales y los grandes medios mencionados, contribuye a empeorar las cosas. Aparecen los eternos pescadores de río revuelto que buscan sacar provecho de la situación remarcando rubros que no tienen nada que ver en el asunto y que contribuyen a una espiral inflacionaria que más tarde o más temprano termina afectado a todos.

Lo que los gremios deberían hacer, aún se está a tiempo, es estudiar con seriedad, que grado de afectación tienen las medidas tomadas por el gobierno, en la producción de los rubros que ellos manejan y en base a eso, tomar decisiones que convengan a todos. El gremio de la carne fue uno de los pocos que obró de tal manera. También la Cámara de Supermercados, aunque de manera más tibia.

El Paraguay entero sabe que nosotros no producimos petróleo. Del mismo derivan los dichosos combustibles. De la cotización internacional del producto, dependen entonces los precios locales. Es así de simple.

Como Paraguay también es “el país donde nadie gana ni pierde reputación”, todo el mundo se ha olvidado a estas alturas, de lo bueno que ha hecho el Gobierno en esta materia durante estos años. Nadie recuerda, ni aprecia, ni lo reconoce, en concreto, las continuas bajadas del precio de los combustibles que concretó Petropar, cuando la cotización del crudo,  así lo ameritaba.

Esto hizo que el eterno monopolio manejado por los emblemas que operan en el mercado local, tuvieran que hacer lo mismo. ¡¡¡ Se rompió una perversa práctica ancestral donde jamás de los jamases, el precio de las naftas volvía a bajar luego de que el precio del petróleo retomara sus niveles normales !!!

Dirán que no podemos vivir de logros de antaño. Es un axioma en la conducta humana la observación del pasado, lo que se ha hecho en  circunstancias similares, para prevenir lo que se va a hacer, lo que se hará en el futuro. Una herramienta muy apreciada a nivel de las calificadoras de recursos humanos.

Entonces, lo rescatable de esto, es que el Gobierno nacional ha tenido en todo este tiempo, una conducta prudente con el tema de los combustibles y cuando ha metido la mano, lo ha hecho para el bien común, mirando el interés de la ciudadanía, que es lo que corresponde.

Lo dicho. Concretó una seguidilla de inéditos anuncios de reducción del precio de este rubro tan vital porque así lo justificaban los costos en origen de este producto en ese momento.

Ahora, llegó el momento de ajustarlo hacia el lado contrario y nadie debería escandalizarse ni hablar de ineficiencia, ni de concretar cacerolazos, ni cosa por el estilo.

Es una incongruencia.  Una falta de reconocimiento al modo en que el Gobierno se ha ocupado de este tema.

Antes que vociferar o evacuar ira a través de las redes, lo que la gente debería hacer es vigilar que no se produzcan subas artificiales de los avivados que nunca faltan.

En este asunto que era un caldo negro y maloliente de corrupción en otras épocas, hoy día se tiene una sola seguridad: Al primer minuto que la cotización baje, el Gobierno de HC, lo trasladará nuevamente  a la ciudadanía, como lo hizo siempre…

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