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ASUNCIÓN.- El juez de distrito Raymond Dearie en Brooklyn, Nueva York, dijo que los fiscales querían que el juicio, contra el expresidente de la Conmebol y nuestro compatriota, Juan Ángel Napout comience a inicios de 2017, pero dada la cantidad de evidencias que aún se están procesando, podría hacerse en septiembre u octubre de 2017. Hasta el momento, 42 personas y entidades han sido acusadas en un caso que ha sacudido al mundo del fútbol. La investigación sumió a la FIFA, con sede en Zúrich, y a entidades regionales de fútbol en una crisis sin precedentes. El recientemente electo presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha prometido restaurar la mancillada imagen de la organización.
El fiscal asistente estadounidense Evan Norris afirmó que el Gobierno espera presentar cargos adicionales en el caso, pero que era “demasiado pronto para decir” si habría más acusados.
“Nuestra investigación en curso continúa. Es muy activa y bastante amplia”, agregó Norris. Entre los ocho acusados presentes en la corte el miércoles figuran los exfuncionarios de la FIFA e integrantes del comité ejecutivo de la entidad José María Marín de Brasil, Juan Ángel Napout de Paraguay, Eduardo Li de Costa Rica y Julio Rocha de Nicaragua.
Además de los nombrados figuran el ejecutivo de marketing deportivo con sede en Miami Aaron Davidson, Héctor Trujillo, un juez guatemalteco y exfuncionario de la federación de fútbol de ese país, el exfutbolista de Islas Caimán Costas Takkas y el exfuncionario del fútbol de Venezuela Rafael Esquivel.
Los fiscales acusan a los imputados de participar en esquemas que involucra más de 200 millones de dólares en sobornos y coimas, tanto pedidos como recibidos por funcionarios del fútbol para derechos de marketing y emisión de torneos y partidos de fútbol.
La investigación sumió a la FIFA, con sede en Zúrich, y a entidades regionales de fútbol en una crisis sin precedentes. El recientemente electo presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha prometido restaurar la mancillada imagen de la organización.
Sobre Napout pesan acusaciones de corrupción, lavado de dinero y asociación para el crimen organizado, crímenes que conllevan penas de entre 20 y 25 años de cárcel en Estados Unidos.
El exdirigente fue detenido el 3 de diciembre de 2015 en Zúrich, Suiza. Tras ser extraditado a Estados Unidos se declaró inocente. Las autoridades norteamericanas le impusieron una fianza de US$ 20 millones, desde entonces reside en Miami con vigilancia 24 horas y tobillera electrónica.
