RÍO DE JANEIRO.- La “actividad electoral” del narcotráfico sobrepasa, ampliamente, los estados de Río de Janeiro y San Pablo. Su influencia se extiende prácticamente a todas las regiones del país e influyen con dinero y hasta con candidatos provinciales y federales. Así lo informó el coordinador general de Defensa Institucional de la Policía Federal Brasileña.
Thiago Borelli fue tajante al admitir: “Nuestra preocupación es mayor este año. Es que pese a los esfuerzos para reprimir la delincuencia, hubo un crecimiento en el poder de la facciones en el país”.
Estas organizaciones no solo interfieren mediante los aportes a las campañas de políticos. Sus estrategias, ahora, apuntan a poner sus propios candidatos a diputados provinciales y federales.
Un informe elaborado por periodistas del grupo Folha, indicó que hay al menos 9 estados regionales donde las facciones principales ya incursionaron en el mundo de la política. Mencionan entre ellos a Río Grande del Sur, Paraná, Mato Grosso del Sur, Acre, Ceará y Rio Grande del Norte. En el modus operandi de estos grupos delictivos se destacan el Comando Vermelho (CV) y el Primer Comando de la Capital, que mantienen un sofisticado nivel organizacional.
Operan a través de financiación ilegal de candidatos y partidos; ubican en carrera a sus propios representantes y a las poblaciones bajo control a votar por quienes ellos indican.