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ASUNCIÓN.- El principal impulsor del juicio político a Sindulfo Blanco es el presidente del Senado, Mario Abdo Benítez, quien se pasó diciendo que a lo largo del proceso se podrían conseguir los 30 votos para condenarlo. Pero ahora se conforma con tener quórum, con los 27 de la primera sesión. Para colmo, está dispuesto a dar a los defensores del ministro de la Corte la prórroga que se les antoje.
Cada vez huele peor el entuerto montado para –“gua’u”- enjuiciar a Blanco primero y a Óscar Bajac y César Garay, después.
A pesar de que su movimiento está en contra del juicio político, Abdo Benítez insistió y se empecinó en calendarizar el proceso, con el argumento de que en los casi un mes que durará desde la acusación hasta la condena, habría suficiente tiempo para conseguir los 3 votos que faltan para condenar a Blanco y separarlo del cargo.
Esto es de por sí bastante absurdo ya que han pasado 16 meses desde que la Cámara de Diputados enviara al Senado el libelo acusatorio en contra de los 3 ministros. Y desde el comienzo faltaron los mismos 3 votos que siguen faltando ahora, así que lo que no se consiguió en más de un año es absurdo pretender que se pudiera conseguir en menos de un mes.
Y conste que la mesa directiva de la cámara aceptó las condiciones que ponían algunos de los que se oponen al enjuiciamiento, esto es, que cada ministro sea juzgado por separado y que no se empiece el procedimiento con el siguiente antes de que el reemplazante del primero haya sido elegido, lo cual, lo único que hará que el juzgamiento de los 3 sea una cosa de nunca acabar.
Hubo rumores de que todo esto no sería más que una jugada de Abdo Benítez, quien aprovecharía estos días para “convencer” a sus compañeros disidentes a fin de que apoyen la condena a Blanco, con lo cual se convertiría en un héroe, lo que beneficiaría a su precandidatura a la Presidencia de la República.
Pero parece que la jugada de Marito más bien tiende a blanquear a los ministros, evitando que pudieran ser condenados. Para colmo, no tiene empacho en reconocer que va a dar a la defensa el tiempo de prórroga que se le antoje, como si 20 días no fueran suficientes para preparar sus argumentos.
Vaya uno a saber si es que continuará el proceso el 26; de todos modos, ya se sabe lo que va a pasar… nada.
Blanco tuvo tiempo suficiente
Según el cronograma del juicio político a Sindulfo Blanco, el próximo martes 26 de abril, a las 15 horas, sus abogados Jorge Bogarín y Horacio Galeano Perrone deberán presentar al Senado convertido en tribunal, las pruebas que demuestren la inocencia del ministro de la Corte, acusado por haber liberado a un asesino que luego volvió a matar y por haber negociado con tierras fiscales, entre otros delitos.
Se presume que los mismos 27 senadores que asistieron a la primera sesión en la que los fiscales designados por Diputados presentaron la acusación en contra suya, lo que resulta más que suficiente para hacer quórum, pero no para condenar al acusado, algo que debería ocurrir al día siguiente, el 27, en donde se realizarán 3 sesiones, desde las 15 hasta las 17, una para los argumentos finales de los fiscales y los defensores, otra para el análisis de las pruebas acumuladas y la última para que el tribunal dicte sentencia.
En esa última sesión, si se pretende condenar a Blanco por los delitos por los que se le acusa se necesitarán 30 votos. De lo contrario, será declarado inocente y continuará en la Corte Suprema de Justicia como si no hubiera pasado nada.
