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Tras tres días de manifestaciones, 10 muertos y decenas de heridos, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se había comprometido a dialogar para tratar de frenar las protestas contra su Ejecutivo sandinista, iniciadas por su intención de reformar la Seguridad Social. Horas después de que hiciese ese supuesto gesto, la madrugada de este sábado, su gobierno envió tropas del Ejército a la ciudad de Estelí -localizada a 185 km de Managua-, convertida en uno de los focos de las protestas.
MANAGUA, Nicaragua.- Daniel Ortega, había aceptado en la noche del viernes dialogar sobre un paquete de reformas al seguro social que desató la furiosa ola de protestas, que dejó también más de 80 heridos y severos daños a la propiedad.
Soldados del Ejército de Nicaragua, se desplazaron en la madrugada de ayer en las afueras de la Alcaldía de Managua para proteger esas instalaciones, según reportaron medios oficiales. Los militares también fueron desplegados en la ciudad de Estelí, 149 km al norte de Managua, donde custodian instituciones públicas.
Hay unos “10 hermanos fallecidos” en las jornadas de protestas, lamentó la vicepresidenta y portavoz oficial, la primera dama Rosario Murillo.
Anunció que Ortega accedió a la propuesta del gremio empresarial de “retomar la mesa de diálogo”, para buscar una solución al conflicto originado por el aumento de las cuotas patronales y laborales que buscan saldar un millonario déficit del seguro social.
“Estamos confirmando nuestra disposición de retomar ese diálogo abierto”, indicó Murillo, quien ratificó que el mandatario, quien no se ha mostrado durante la crisis.
Las manifestaciones contra las reformas se intensificaron el viernes por tercer día consecutivo con marchas, barricadas, choques con la policía y ataques a instalaciones del gobierno en Managua y otras ciudades del país.
Las autoridades contabilizaban al menos 29 oficiales y civiles heridos, mientras que la oposición reportaba más de 60 lesionados. Hacia el anochecer del viernes, las sirenas de las ambulancias trasladando heridos a los hospitales y las detonaciones seguían sonando en la capital. Ese mismo día, los estudiantes se enfrentaron con la policía y levantaron barricadas en las cercanías de la Universidad de Ingeniería, de donde fueron desalojados con violencia, y prendieron fuego a al menos dos de los llamados “árboles de la vida” de la capital, gigantescos árboles metálicos e iluminados que simbolizan al gobierno.
El líder de la principal patronal, José Aguerri, urgió temprano al Ejecutivo a evitar que se siga “derramado sangre” y a buscar el diálogo, tras apoyar las protestas.
ONU EXPRESÓ SU PREOCUPACIÓN POR LA GRAVE CRISIS NICARAGÜENSE
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de la Oficina para los Derechos Humanos, se pronunció sobre los acontecimientos que se registraron durante los últimos días en Nicaragua, mostrando su preocupación por estos hechos, pidiendo al gobierno de Daniel Ortega, que se respete el derecho a la libertad de expresión, de reunión pacífica y de asociación.
“Estamos profundamente preocupados por la muerte de al menos 10 personas, y de que decenas hayan resultado heridas en Nicaragua durante las protestas contra las reformas a la Seguridad Social anunciadas por el gobierno que están teniendo lugar”, dijo Liz Throssell, la portavoz de la Oficina, en un comunicado divulgado este viernes.
En el documento, la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos hizo un llamado a las autoridades nicaragüenses para evitar nuevos ataques contra los manifestantes y los medios de comunicación.
“El Estado nicaragüense debe cumplir sus obligaciones internacionales para garantizar que las personas puedan ejercer libremente sus derechos a la libertad de expresión y a la libertad de reunión pacífica y asociación. También instamos a los que se manifiestan a hacerlo de forma pacífica”, concluyó la portavoz.
