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José Mohamad Khalife es propietario de la firma MK import-export, que importa suplementos alimentarios de los EE.UU. desde el 2010. Su nombre se hizo público cuando se produjo el arresto de Ibar Pérez Corradi, al que un diario lo vincula por el hecho de que compraba, como tantos otros, productos de su empresa. Ya entonces se puso a disposición de la Fiscalía, pero no existen denuncias en su contra. Aparentemente, la “competencia” lo quiere sacar del mercado.
CIUDAD DEL ESTE.- “Desde hace 6 años importo de los Estados Unidos suplementos vitamínicos y diversos productos alimentarios que son consumidos especialmente por deportistas de alto rendimiento. Mi cartera de clientes ha ido creciendo y no tengo porqué saber que uno de ellos, quien se identificaba como José Luis Fernández, fuera Ibar Pérez Corradi”, comenzó diciendo el joven empresario.
Khalife destacó que su relación con el entonces prófugo de la Justicia argentina fue la misma que tenía con cualquier otro cliente. “Yo vendo mis productos y él era uno de los que compraba. A parte de eso, nada. Pero cuando vi las imágenes de su detención en la televisión y lo reconocí, me presenté de inmediato ante la fiscal Sandra Quiñonez para ponerme a su disposición, recibiendo como respuesta que no había ninguna investigación de la cual yo fuera objeto”, resaltó Khalife.
El ciudadano de origen árabe mencionó que al comienzo las publicaciones hasta equivocaban el nombre de la empresa y pensó que todo era una simple confusión. Pero luego éstas siguieron y empezaron a vincularlo con el caso del tráfico de efedrina, por el cual está procesado Pérez Corradi.
“Imagínese qué locura. Cómo podría traer ese producto desde los Estados Unidos, que es de donde me proveí todos estos años”, se preguntó, para agregar luego que “recién el pasado 10 de junio retiré de Aduanas una carga de materia prima que comercializo con laboratorios nacionales, cuyo contenido fue sometido a todos los controles de los organismos de fiscalización del Estado Paraguayo, comenzando por la Dirección de Vigilancia Sanitaria del Ministerio de Salud Pública”, concluyó.
En círculos empresarios de Ciudad del Este se comenta que las publicaciones que pretenden vincular a Khalife con Pérez Corradi tienen un trasfondo estrictamente comercial y que la “competencia” recurrió a esta “guerra sucia” para sacarlo del mercado o, cuanto menos, ocasionarle un serio perjuicio con sus clientes, proveedores y marcas que representa.
