Efraín Alegre (c), presidente del PLRA, encabeza con Rafael Filizzola la campaña pro juicio político, una “iniciativa” que evidentemente no prosperó.
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No arranca campaña de juicio político

Más de 3 semanas pasaron desde el arranque de la campaña de recolección de firmas para plantear el juicio político al presidente Horacio Cartes, y no pasa nada. Ni siquiera sus grandes propulsores, Rafael Filizzola (PDP) y Efraín Alegre (PLRA) se acuerdan del tema, y hasta parecen temerosos de que la prensa les pregunte cómo va el trabajo. Cada vez resulta más evidente que no se acercarán siquiera a las 30 mil firmas.

ASUNCIÓN.- La campaña emprendida por los dos “grandes” dirigentes políticos tenía como único objetivo enjuiciar a HC, supuestamente por ser violador de la Constitución al pretender ser reelecto vía enmienda. El oportunismo al que están acostumbrados hizo que la inicien justo después de una semana de la organizada por la ANR con el objetivo diferente, es decir, pedir la reelección vía enmienda.

Lo que les hizo sacar de la galera esta campaña fueron los números de la oficialista, ya que enseguida se habló de más de 100 mil firmas en menos de 8 días. Esto logró desesperar tanto a ambos opositores, que sin planificación se metieron en camisa de 11 varas, sin planificación ni consulta previa con sus respectivos equipos.

En el caso de Filizzola no hubo mayor problema con esto pues el PDP lo componen él, su señora (Desirée Masi) y unos cuantos más, casi todos familiares. Pero Alegre sí tuvo problema, incluso en su mismo entorno, por haber tomado una decisión sin ponerla a consideración del directorio.

Recibieron el primer golpe ni bien lanzada la campaña, cuando quedó claro que sus socios, los disidentes, no tenían intención de apoyarles en esto. Por más rabia que le tengan a Cartes, los marioabdistas no enjuiciarán a un presidente colorado, aunque intentarán desacreditarlo lo suficiente como para que no pueda ser reelecto (en caso de aprobarse la enmienda) a fin de que su líder pueda tener oportunidad.

A partir de allí, la campaña de Rafa y Efraín no tuvo más alternativa que convertirse en testimonial, puesto que –aunque juntaran las 30 mil firmas exigidas por la Constitución- en ninguna de las cámaras del Congreso habría mayoría para enjuiciar a Cartes.

Pero ni eso. Nadie firma, nadie muestra entusiasmo; a tal punto que ahora ni ellos mismos ya hablan del tema. Prefieren denunciar la campaña proenmienda del oficialismo para distraer la atención y que nadie se percate de que, otra vez, no hicieron más que el ridículo.

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