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Hoy no se tratará la pérdida de investidura del liberal Carlos Portillo, cuyo pedido tuvo entrada la semana pasada, porque el tema no fue tratado por la Comisión de Asuntos Constitucionales. Las bancadas del PLRA y Añetete lo protegen con el argumento de que no hay procedimiento establecido. Sin embargo, el artículo constitucional ya fue usado en el Senado para echar a González Daher, así que es solo una excusa.
ASUNCIÓN.- Portillo seguirá disfrutando de la fresca viruta, por lo menos, por una semana más, ya que la sesión de Diputados de esta tarde no prevé tratar su situación. En este caso hay dos sectores bien diferenciados. En primer lugar, están los liberales efrainistas que intentan proteger a uno de sus miembros, sin importar que eso contradiga lo dicho por el mismo Alegre, hace pocas semanas, que había “instado” al diputado a renunciar a su banca.
A estos les apoyan los añetete, no por creer en la inocencia de Portillo, sino porque tienen la sospecha que después del liberal, el hacha puede caer sobre el presidente de la cámara, Miguel Cuevas, quien tiene serias sospechas por el delito de lesión de confianza que habría cometido durante su administración en la Gobernación de Paraguarí.
En el otro extremo están las bancaditas, decididas a que caigan varios de sus colegas. Fue justamente la bancada del Encuentro Nacional, con Kattya González a la cabeza, la que había hecho suyo el pedido de pérdida de investidura de Portillo, presentado por un grupo de ciudadanos. Pero, por lo visto es tanto el apuro que tienen estos sectores pequeños, por lograr echar al liberal de la cámara, que están actuando como verdaderos chapuceros.
No puede llamarse de otra manera el proyecto presentado por Rocío Vallejo, de Patria Querida, que quiere que el tema se trate lo más rápido posible, por lo que intenta que la reglamentación no se haga por ley sino que sea un artículo más del reglamento interno de la cámara, lo cual no parece tener ningún sentido, puesto que las reglamentaciones de figuras constitucionales se hacen por ley y no por una norma menor.
Además, no se necesita que la pérdida de investidura esté reglamentada para aplicársela a Portillo, quien habría hecho un alevoso tráfico de influencias. Esto ya se demostró en el caso de González Daher en diciembre pasado. Claro que para eso hay que tener mayoría, y es algo de lo que carecen las bancaditas.
