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El enfrentamiento que mantiene el ministro de Educación, Eduardo Petta, con los senadores, pone en evidencia la ruptura que existe en el movimiento Colorado Añetete, ya que son sus propios compañeros los que le critican con dureza. La indignación por sus acusaciones de que los legisladores le piden favores es generalizada y afecta a todas las bancadas. Algunos dicen que su permanencia en el gabinete tendrá un costo político para el presidente.
ASUNCIÓN.- El primer enfrentamiento se dio cuando el presidente del Senado, el también añetete Silvio Ovelar, criticó a Petta diciendo que se cree “emperador” por no atender siquiera el teléfono a sus compañeros de movimiento. Esa vez, el ministro de Educación llegó incluso a amenazar al legislador, diciendo que era “muy grave” criticar a un ministro.
En la sesión del último jueves, la pedepista Desirée Masi hizo escuchar a sus colegas un audio en el que Petta, reunido con un grupo de estudiantes que le habían pedido audiencia, criticaba duramente a los senadores y los culpaba porque había peligro de que los docentes no recibieran el próximo mes el aumento salarial que se había estipulado.
Sin embargo, lo que ocurrió fue que en el proyecto de Presupuesto para este año, remitido por el Ejecutivo, se estipulaba que, para acceder al aumento, los docentes debían realizar una jornada de capacitación, que nunca se realizó porque el ministerio no lo organizó. Por lo tanto, el peligro que existe de que no reciban el aumento es responsabilidad del MEC y no de los senadores. Es más, un grupo de legisladores ya presentó la modificación de ese artículo a fin de no evitar la mejora salarial.
Esto, por lo visto, olvidó Petta, que aprovechó una reunión con jóvenes que pidieron hablar con él para reclamar que no se había nombrado nuevos profesores que reemplacen a los que se habían jubilado, con lo que había peligro de que no pudieran recibirse, puesto que hacía tiempo que no recibían clases de varias materias, para denostar a los senadores, culparles de lo que ocurre con el aumento a los docentes y decir que le chantajean pidiendo cosas para atender las necesidades de Educación.
Cuando Masi dio a conocer el audio, la indignación fue generalizada, pero en los que más se notó fue en la mayoría de los añetete, entre ellos Enrique Bacchetta, quien acusó directamente a Petta de ser un improvisado y que el plan educativo del gobierno era improvisado. Solamente Rodolfo Friedmann intentó una defensa del ministro, pero fue acallado por el resto del pleno, que se sintió afectado, porque, además, en sus acusaciones a los senadores había dicho que quienes lo chantajeaban eran “de todos los colores”.
“NOS DEJA MALPARADOS”
Martín Arévalo, senador añetete, se mostró molesto por las expresiones del ministro Eduardo Petta, y aseguró que “a nosotros que estamos en el oficialismo, y queremos ayudar al presidente, nos deja muy malparados”.
Según el senador abdista, la actitud de Petta “ha tendido a agravar más la situación por el hecho de que ya involucró a varios senadores de distintos partidos y fue una reunión pública que tenía con algunos chicos, y a boca suelta estuvo denunciando; es de mal gusto, como si fuese que se le quiere chantajear por cargos. Tiene que hacer de otra manera su política. Justamente, Desirée (Masi) puso en altavoz una grabación que le pasaron y eso realmente, para nosotros, que estamos en el oficialismo y queremos ayudarle al presidente, nos deja muy mal parados”.
“Ni a nosotros que somos del equipo nos pelotea, pero una cosa es que no nos pelotee y otra cosa es que ya tenga malas intenciones de estar haciendo este tipo de cosas que no son ciertas”, añadió.
Explicó que “muchas veces, tenemos gente que nos plantea problemas diversos, que nos piden nuestra colaboración y alzamos el teléfono, porque el gobierno nuestro era de la gente y para la gente, y tendríamos que poder ayudar, no a ser peajeros ni estar pidiendo cargos. Hay cuestiones tan del ministerio que no se solucionan por la burocracia y esa gente recurre a nosotros para poder solucionar, pero ni siquiera el teléfono atiende el ministro”.
“Eso nos deja malparados ante esta situación y vamos a ver qué sucede. Lo más extraño es que haga esto después de haber sido senador y muchos a los que hoy denuncia precisamente fueron sus compañeros del Senado. Eso es lo grave, que tenga tan poco interés, tan poco tacto, no buscar hablar conversar o dialogar sobre todo”, finalizó.
