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ASUNCIÓN.- Salyn Buzarquis pareció estar bastante tranquilo cuando los periodistas de la 970 le consultaban sobre los hechos que ocurrieron en el Senado y que casi hacen que termine a golpes con su correligionario Dionisio Amarilla. Dijo que era un problema de larga data, porque su colega no le perdona que le hubiera ganado en las internas y quedado mejor posicionado en la lista del Senado.
Todo iba bien hasta que dijo que el movimiento al que pertenece tiene “una línea política clara” y que el respeto a la Constitución era innegociable. Los periodistas le dijeron que eso no fue así cuando permitieron jurar como senadores a dos personas que no fueron ni electas ni proclamadas, y a partir de ahí, ya no pudo hilar una frase coherente, y se limitó a decir que “la Constitución está por encima de todo y dice que los expresidentes serán senadores vitalicios”.
A pesar de la insistencia de los conductores, que no hablaban de los expresidentes sino de la situación irregular de que en el seno de la cámara permanezcan personas que no tienen que estar allí, Buzarquis siguió repitiendo, una y otra vez, como disco rayado, que “la Constitución dice que los expresidentes serán senadores vitalicios”.
A pesar de que se le insistió que el único órgano que puede interpretar la Constitución es la Corte Suprema de Justicia, el liberal insistió en que no hubo controversia y que la Corte se equivocó al interpretar algo que no dispone la Carta Magna. “No hay nada que interpretar”, siguió diciendo a pesar de los argumentos que se le presentaron en contra.
“No hubo controversia. Todos entendemos que los expresidentes sean senadores vitalicios. No hace falta votar lo que establece la Constitución. Es clara. Por qué tenemos que acompañar algo inconstitucional”, concluyó mostrando un absoluto desconocimiento de la realidad nacional y del conflicto que se generó con este tema. En ningún momento pudo justificar el apoyo de su movimiento al hecho irregular de que en el Senado haya personas que no tienen por qué estar ahí.
