ADN Digital
Como si ya no fueran suficientes las décadas de abuso de una clase política que solamente llegaba al poder para enriquecerse, ahora tenemos que bancarnos que esos que se mostraban como alternativa y que nos hicieron pensar que un país diferente podía llegar a través de ellos, sean peores que esos a los que toda la vida criticaron.
La Asociación de Agentes Fiscales, a través de un comunicado, en el que no se guardaron nada, denunció que el senador Eduardo Petta –ese que llevó su colchón al Senado para proteger la constitucionalidad de la República, ¿lo recuerdan?- estaba utilizando su recién inaugurado cargo en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados para presionar a los fiscales que tienen a su cargo la investigación de la causa en la que está implicado el fiscal general del Estado, con permiso, Javier Díaz Verón.
Cuando esto se supo, en lugar de mostrar algún tipo de vergüenza ajena por lo menos, o de escandalizarse al ver que su colega y amigo hace lo mismo que toda la vida ellos criticaron a los colorados, Desirée Masi utilizó las redes sociales para aplaudir con manos y pies a Petta y burlarse de los medios que se habían hecho eco de la denuncia, absolutamente responsable.
Ahh… pero antes que ella lo hizo su marido, Rafael Filizzola, quien criticó a los fiscales y jueces que no actúan con celeridad en muchos casos, olvidando un pequeño detalle. Hace varios años que él está imputado por lesión de confianza por el negociado de los helicópteros que se realizó en el Ministerio del Interior, cuando era ministro y hasta ahora no puede haber una definición, no porque los fiscales y jueces sean lentos al actuar, sino por las permanentes chicanas que presenta su defensor, entorpeciendo todo el proceso. Habrase visto tamaña caradurez.
A ver, tal como está planteada la cosa, ¿en serio estos personajes, Petta, Masi y Filizzola son las alternativas que tenemos a Óscar González Daher, Jorge Oviedo Matto o algún otro candidato de la lista colorada para el Senado?
¿Estos que, sin haber llegado nunca al poder y desde un puestito de legisladores se sienten dueños de la transparencia, la Justicia y la honestidad? Pobre destino el que nos espera entonces a los paraguayos.
¿Qué se creen estos politiquitos que han demostrado a cabalidad que son más ambiciosos, más deshonestos y más jodidos que esos a los que criticaron toda la vida? En realidad, si lo pensamos bien, toda la fama de demócratas, valientes y salvadores de la patria que tienen fue porque se pasaron criticando a los colorados. De hecho, es lo único que hicieron para llegar a donde están.
Es una vergüenza que a esta altura todavía siga vigente la nefasta costumbre de la clase política, de presionar a fiscales y magistrados para que resuelvan causas de acuerdo a sus intereses. Cuando se analiza la profunda corrupción que impera en el Poder Judicial es imprescindible tener en cuenta que gran parte de ella se debe a la manipulación que legisladores de todos los sectores políticos. Eso sí que da vergüenza, rabia e impotencia.
Con políticos como éstos no hay redención posible. Son más de lo mismo.
Ahora nuevamente se pusieron sus aureolas de santos y van a pugnar por un nuevo periodo en el Parlamento. Hay que terminar con esta escoria. No votarlos jamás. Que se vayan al basureo de la historia de donde no debieron salir nunca.