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Un nuevo aniversario de la Paz del Chaco encuentra al país con avances evidentes en muchos sectores, el Gobierno está trabajando arduamente en ellos, pero con un camino largo por recorrer para conformar finalmente aquella patria con la que soñaron nuestros héroes de las grandes guerras, de la Triple Alianza, y la del Chaco, cuyo armisticio se conmemoró ayer.
Hace menos de 100 años nuestros antepasados se volvieron a unir para enfrentar al enemigo y pelear por el país con un sentimiento de patriotismo sin paralelo, que dejó atónitos a los extranjeros que observaron la bravura con que combatieron aquellos verdaderos titanes en defensa de la heredad amenazada.
Lamentablemente en gran parte de las nuevas generaciones, la lucha por la supervivencia y las ambiciones desmedidas han desteñido los buenos sentimientos que motivaban a los paraguayos de antes. Acceder a un cargo público ha dejado de estar, en muchos casos, motivado por el deseo de servir al pueblo y se ha convertido en una vía para el enriquecimiento rápido e ilícito.
Es una pena descubrir que muchos paraguayos no tienen sentimientos de patriotismo en tiempo de paz, quizás pensando que en este momento la Patria no los necesita, sin percatarse de que hoy, más que nunca, el avance del país necesita del concurso de todos, sin importar partido o situación económica, porque los números nos hablan de una realidad problemática que tenemos aún en materia de salud pública, educación y reforma agraria.
Muchos han dicho que Paraguay podría ser la Suiza de Sudamérica por los maravillosos recursos naturales que tiene. Sin embargo, la falta de paraguayos que prioricen los intereses nacionales por sobre sus apetencias personales lo ha convertido en una nación en la que queda mucho por hacer y que alberga buitres que pretenden impedir a toda costa que volvamos a ser el país poderoso y orgulloso de sus raíces que permitió que triunfemos en la contienda chaqueña con Bolivia.
El gobierno de Horacio Cartes ha emprendido una cruenta lucha contra la corrupción y a favor de la transparencia. Se ha anotado grandes resultados en esta materia, pero el camino es largo y lleno de obstáculos, porque debe enfrentar incluso a algunos de sus aliados ya que el uso del dinero público es un vicio generalizado que no distingue entre colores ni trayectoria de ninguna clase.
Falta un buen trecho para que se produzcan resultados definitivos, más que nada porque para que haya cambios profundos se necesita un cambio de mentalidad al que se niegan quienes tienen la posibilidad de generarlo, porque no conviene a sus intereses.
HC quizás no verá el resultado de esta guerra y a lo mejor tampoco quien le suceda en el cargo. Varios mandatos tendrían que pasar antes de que se pueda ver que la tenaz lucha emprendida durante este periodo empieza a cambiar la historia del país. Pero alguna vez había que empezar, y es justamente lo que está haciendo este Gobierno, con firmeza, con constancia y pese a quien pese. Formidable labor para las generaciones futuras.