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CIUDAD DEL ESTE. – En la oficina de la Defensoría del Pueblo, instalada en la Gobernación del Alto Paraná, se cuenta con una importante cantidad de carnets apilonados, debido a que los objetores de conciencia no pasaron a retirar los documentos.
Largas filas y varias horas de espera debieron soportar los jóvenes para tramitar su objeción de conciencia y así evitar someterse al Servicio Militar Obligatorio (SMO), cuando inició la “psicosis” por las nuevas disposiciones legales.
Blanca Segovia, encargada del área, lamentó la situación, ya que son al menos 600 los carnets que no son retirados por los titulares.
Los objetores de conciencia tienen la obligación de cumplir con labores sociales, pero aparentemente solo se han limitado a hacer el trámite para librarse del Servicio Militar Obligatorio.
