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MADRID.- El medio digital elpais.com, accedido por 1.153.000 usuarios únicos por día, desde más de 200 países, abordó hoy la problemática de la educación paraguaya, al igual que la situación creada con la impresión con errores ortográficos de cuadernillos de matemáticas, impresión financiada por la Unión Europea.
Citando el último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), donde se remarca que el “el sistema educativo paraguayo no compensa las desigualdades sociales existentes, sino que las profundiza”, El País se refiere a la enseñanza en nuestro país como siendo la “peor en matemáticas en América Latina y (…) en el mundo, solo superando a Camboya, Senegal y Zambia.”
Y atribuye esta situación al conocido, reiterado y ya largo reclamo de docentes y estudiantes a nivel local: la baja inversión pública en el sector, recordando que Unesco recomienda al menos 7%, mientras, en estas tres décadas de democracia, todavía no podemos superar el 3,4%.
La materia publicada no pasa por alto la necesaria perspectiva: “El país arrastra además las deficiencias heredadas de la dictadura del militar Alfredo Stroessner (1954-1989), que nunca destinó más del 2% del PIB a la educación pública.”
Al respecto, El País menciona también las palabras de David Riveros García, director de la ONG reAcción Paraguay: “Creo que tenemos un sistema educativo autoritario que no fomenta el pensamiento crítico, la ideología de la dictadura seguirá estando presente mientras sigan esas personas formadas en dictadura decidiendo nuestro sistema pedagógico.”
DESPERDICIO
Y como probablemente no podía ser de otra manera, El País destaca la situación creada con los libros escolares impresos con errores ortográficos: “El Gobierno paraguayo publica 526.000 cuadernillos de matemáticas con faltas ortográficas.”
Seguidamente, el material despliega una contundente síntesis de la reacción de las autoridades del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) cuando los “problamas” salieron a luz.
“El MEC anunció a finales de enero pasado que 525.459 estudiantes de entre 6 y 14 años tendrían a su disposición desde el primer día de clases materiales ‘para la innovación educativa’. La sorpresa comenzó cuando los docentes leyeron los nuevos cuadernillos del programa Matemáticas para Paraguay (Mapara)”, refiere la crónica.
Los ya famosos errores ortográficos “clace”, “calacular”, “problamas” y “numero”, sin tilde, además de faltas de concordancia entre sujetos y verbos fueron los protagonistas de una inversión de 2.135 millones de guaraníes, aportados por la Unión Europea.
“El ministro paraguayo de Educación, Eduardo Petta, primero culpó a sus subalternos, luego a las imprentas y después minimizó el problema ante las cámaras mientras insinuaba con ironía que los estudiantes resolverían los errores. Sugirió además que, como donante, la Unión Europa también tenía responsabilidad en el resultado”, añade la materia.
MAPARA
Pero, lo que de verdad se lamenta en todo esto, es el golpe bajo que, colateralmente, impacta en el programa Matemáticas para Paraguay (Mapara). “Tenía todos los elementos para convertirse en un emblema de la mejora del sistema educativo. De origen japonés, propone una enseñanza participativa, crítica y entretenida de las matemáticas frente al tradicional dictado y copia del pizarrón que aún es ley en las aulas de este país sudamericano”, lapida El País.
Señala igualmente que, en los diez últimos años, MaPara se aplicó inicialmente en cuatro distritos, luego en cinco departamentos, y, justo ahora que se decidió extenderlo a todo el país, se produjo la inconcebible situación de la impresión con errores ortográficos.
De constituirse en un programa esperanzador para la educación paraguaya, ahora se pasó a un bochorno nacional e internacional, siendo que los reales perjudicados son los chicos.
El País cierra el informe citando que el presidente Mario Abdo ya dio por zanjada la crisis, reiteró su apoyo a Eduardo Petta, pidió diálogo en el sector y se sentó en uno de los cinco mil pupitres que distribuirán en algunas escuelas públicas. Los asientos fueron exhibidos ayer en la explanada del Palacio de Gobierno.
