La vida laboral actual es mucho más sedentaria que hace algunos años atrás. Hoy día es normal escuchar que alguien pasa ocho horas sentado en su lugar de trabajo o frente a una computadora. Sin embargo, ese hábito tiene efectos malos en el cuerpo y la salud. La propuesta de la “pausa activa” puede ser una solución.
La mayoría de los trabajos requieren del uso de una computadora, es normal escuchar que las personas pasan ocho, diez o doce horas en el trabajo o la oficina sentados frente a una pantalla. Pero ¿alguna vez nos preguntamos cuánto puede afectar esa rutina a nuestra salud?
“Está comprobado que pasar una jornada de ocho horas sentado en la oficina puede ser perjudicial para nuestro cuerpo, además de afectar la capacidad de atención y concentración” afirmó el médico cardiólogo, Gonzalo Díaz Babio. Señaló además que “cuando se pasan varias horas sentados o de pie, después de un tiempo, empiezan a doler las piernas y el cuello”.
Y destacó que estas sensaciones pueden suceder por varios motivos:
– Permanecer mucho tiempo en una misma posición
– Adoptar malas posturas cuando se está sentado
– Pasar horas frente a una computadora o a la televisión
– Situaciones de estrés
PAUSA ACTIVA COMO PARTE DE SOLUCIÓN
Entre los númerosos beneficios que presenta la pausa activa están:
– Disminuye el estrés
– Favorece el cambio de posturas
– Libera estrés articular y muscular
– Estimula y favorece la circulación
– Favorece la autoestima y la capacidad de concentración
– Su práctica en el puesto de trabajo permite mejorar el rendimiento y la eficiencia laboral; enriquecer las relaciones interpersonales, lo que mejora la concentración, disminuye el estrés físico y mental e incrementa la satisfacción en el trabajo
CÓMO HACERLA
Los ejercicios son muy simples, de menos de cinco minutos, y se pueden realizar en casa, en el trabajo o en cualquier lugar. “Las actividades pueden consistir en estiramientos, ya sea de pie o sentados, de fortalecimiento, o para disminuir la fatiga visual. Los ejercicios se realizan de manera suave, relajada y en ningún caso se debe exigir el cuerpo para no provocar lesiones”, resaltó Díaz Babio.
Algunos ejemplos:
– Realizar movimientos circulares de cadera (para evitar hernias discales o dolores lumbares).
– Elevar hombros hasta los 90° y con el otro brazo ejercer leve presión en los codos, para estirar.
– Flexionar caderas y rodillas, luego extender la columna y rodillas.
– Girar la cabeza hacia los lados hasta que el mentón quede casi en la misma dirección que el hombro.
– Encoger los hombros hacia las orejas y sostenerlo por 10 segundos.
– Realizar movimientos lineales y circulares de tobillo hacia ambos lados con cada pie.
– Estirar los brazos hacia al frente, juntar las palmas de las manos y realizar movimientos hacia abajo y arriba.
– Inclinar la cabeza hacia el hombro derecho, encoger los hombros hacia las orejas y moverlos hacia atrás en círculos y estirar el brazo derecho hacia el frente de manera que la palma de la mano quede hacia arriba.
– Por último, para relajar, inhalar y exhalar contrayendo el abdomen, relajando cada parte del cuerpo.