QUITO.- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo ayer que las denuncias contra funcionarios de su gobierno relacionados con supuestos casos de corrupción con la firma brasileña Odebrecht son “distorsiones” de la campaña electoral en su país.
“Son las distorsiones que siempre existen en periodo electoral”, afirmó el mandatario durante el gabinete binacional con Colombia que se celebra en Guayaquil.
Correa, que declinó presentarse a los comicios presidenciales del domingo, sostuvo que en Ecuador hay políticas de “tolerancia cero” contra la corrupción, aunque reconoció que ello no significa que pueda haber algunos funcionarios deshonestos.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló en diciembre pasado que Odebrecht pagó entre 2007 y 2016 unos $33,5 millones a funcionarios de Ecuador, en una trama de sobornos que afectó a varios países latinoamericanos.
En la nación andina aún no hay imputados por ese caso y el gobierno de Correa, en el poder desde 2007, ha advertido que no admitirá “sin pruebas” las versiones de trabajadores de Odebrecht.