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WASHINGTON – Una serie de muertes de hombres afroamericanos en manos de policías deja la sociedad estadounidense en estado de shock.
“La multiplicación de casos de ciudadanos negros abatidos por la policía deja en evidencia que existe de un grave problema y que no se trata de casos aislados”, expresó sobre esa problemática, desde sus redes sociales, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
“Todos los estadounidenses deben estar profundamente preocupados”, sentenció el político y agregó, “Las muertes de Alton Sterling, en Luisiana, y de Philando Castile, en Minnesota, son síntoma de los desafíos en nuestro sistema de justicia criminal, la disparidad racial que se muestra en nuestro sistema año tras año”.
“Admitir que tenemos un grave problema no contradice nuestro respeto y aprecio por la gran mayoría de los agentes de policía”, admitió a su vez el mandatario.
Ambos ciudadanos norteamericanos habrían sido grabados en videos por testigos, cuando recibieron disparos injustificados de parte de agentes del orden, en situaciones confusas ocurridas en controles policiales.
