NUEVA YORK.- La ONU denunció que sus convoyes humanitarios en Siria siguen encontrándose con trabas por parte del gobierno y de grupos armados y avisó que más de medio millón de civiles continúan atrapados en zonas bajo asedio.
“Llamo a los miembros de este Consejo a hacer más para asegurar el acceso humanitario, permitiéndonos llegar a aquellos que lo necesitan”, dijo el jefe humanitario de Naciones Unidas, Stephen O’Brien, al Consejo de Seguridad.
O’Brien presentó su último informe sobre la situación en el país árabe, según el cual ha habido algunas mejoras sobre el terreno gracias a los acuerdos de alto el fuego sellados a nivel local por las partes implicadas en el conflicto.
Como resultado, dos ciudades han sido eliminadas de la lista de zonas bajo sitio, en lo que continúan otras once localidades con una población total de 540.000 personas.
De ellas, siete están asediadas por fuerzas gubernamentales, una por el gobierno y los grupos rebeldes, dos por fuerzas opositoras y una por los terroristas del Estado Islámico (EI).
O’Brien dijo que la ONU y sus socios humanitarios siguen encontrándose con trabas burocráticas a la hora de realizar su trabajo y que las autoridades siguen incautándose ciertas mercancías, como algunos productos médicos.