ADN Digital
El criterio de que la educación es el cimiento del presente y futuro de un país, es irrebatible. Nadie en su sano juicio osaría pensar siquiera de otra manera. Tampoco, por supuesto, está en nuestro interés hacerlo.
Deseamos en cambio, señalar un aspecto de la cuestión que a estas alturas está resultando ya verdaderamente preocupante.
Y es el modo en que cada vez más padres están “tirando” a sus hijos para que los eduque el Estado desentendiéndose absolutamente del tema. Como se escucha en los corrillos populares…”i vivo upeicha lo mitã”. La famosa “viveza” del paraguayo que no es otra cosa que un ancestral modo de encubrir haraganería, pequeños delitos también y en general, actitudes poco éticas, que al recibir este calificativo quedan como atemperadas.
“Es papel del Estado”, dijeron varios padres, orondos, medio enojados cuando se planteó el tema en uno de los corrillos de espera a los hijos en un colegio público. Cierto, del Estado. Pero también de los padres a quienes se los ve cada vez más entusiasmados en enviar a sus hijos en los colegios subvencionados y lavarse las manos.
¿Por qué? El listado es realmente digno de mención. Y probablemente el nuestro sea incompleto. Porque allí desayunan, tienen un complemento para la media mañana, se les provee de un kit escolar con todos los útiles necesarios, con rengueras está vigente el programa de “Una computadora por niño”, etc. El nivel académico de estas instituciones está absolutamente renovado y está a la altura de las circunstancias actuales. Eso en el caso de los niños pequeños. Ahora también se les provee del almuerzo a los alumnos de cursos más adelantados, estos tienen pasaje estudiantil, etc.
En el mismo corrillo que mencionamos otro padre también enojado por el planteo de la cuestión, dijo que “no podemos colaborar en nada. Porque somos pobres, ya por eso tenemos a nuestros hijos en los colegios públicos”.
El comentario volvióa cobrar vigencia ayer a la mañana cuando en el noticiero del mediodía de Unicanal, se tomaron cinco minutos de tiempo para informar sobre el mal estado de la luz de uno de los baños de una institución pública. Denunciaron el hecho a la prensa. Vino personal del MEC. Se convocó a la directora etc. Y se clausuró el baño hasta que haya seguridad.
Pero…nos preguntamos ¿No había un electricista entre los padres de los cientos de alumnos que tiene la institución?. ¿No pudieron hacer una “vaquita” entre ellos, con buena onda, y solucionar de inmediato el problema cambiando unos cables y focos? No. Quejas contra el MEC, contra el gobierno, contra HC, etc.
Estamos todos locos. Nos están tomando del pelo, evaden olímpicamente su responsabilidad y encima se pasan criticando…La “viveza criolla” está llegando demasiado lejos. El MEC debería tomar cartas en el asunto, registrar a los padres profesionales y que ayuden a solucionar los múltiples problemas que están saltando ahora, luego de 50 años de abandono. Que los albañiles ayuden en su tiempo libre aunque sea los fines de semana, a reconstruir las aulas, etc. Todo razonablemente, sin perder su empleo ni cosas por el estilo. Lo que se pueda. Es lo mínimo que pueden hacer.
De algún modo tienen que devolver a la sociedad lo que se está haciendo por ellos. Después de todo, estamos pagándoles la educación de sus hijos. Y no somos tontos, como ellos creen.
Hay dinero para fiestas raras, donde terminaron violando a un alumno. Para eso, sí.
Pero para cambiar un foco…no
Basta.