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ASUNCIÓN.- La Cámara de Senadores decidió interpelar al canciller Eladio Loizaga el próximo 10 de mayo por el tema de la licitación para la maquinización del brazo Aña Cuá, sin intervención del Congreso. No es más que otro palo a la rueda que pone la cámara, puesto que el mismo presidente del Congreso, Fernando Lugo, había reconocido el año pasado que no se necesita intervención del Senado porque se trata de una obra complementaria.
Nuevamente el Senado cayó en el juego de ABC y permitió que el diario le marque su hoja de ruta. Desde hace un tiempo, el medio publica de manera absolutamente histérica que se inició el proceso para realizar las obras en el brazo Aña Cuá de la Hidroeléctrica Yacyretá, que, en este momento, se encuentra en la instancia de la apertura de sobres de 3 empresas que participaron de la licitación.
Tanto el canciller Eladio Loizaga como el director paraguayo de la EBY, Ing. Ángel María Recalde, han explicado varias veces que, por ser una obra complementaria, la maquinización del brazo no necesita la aprobación del Congreso, tal como lo dice claramente el Acuerdo firmado entre nuestro país y Argentina.
El mismo Lugo había reconocido esto públicamente en setiembre del año pasado, cuando explicó por qué no se necesitaba la intervención del Congreso y bastaba con las gestiones del Ejecutivo. Esto había caído como balde de agua fría tanto a los legisladores liberales como al diario de Zuccolillo, que lo vieron casi como una traición por parte del líder de Frente Guasu.
Pero Lugo tenía razón, aunque en la sesión del Senado de ayer no se opuso a la propuesta del liberal Miguel Abdón Saguier, quien presentó el proyecto de interpelación al canciller, quien tendrá que volver a repetir por qué no hace falta que el Congreso intervenga en una obra complementaria de la EBY.
Así que el jueves de la semana próxima Loizaga deberá sentarse en el banquillo de acusados y explicar las ventajas que tendrán estas obras, que permitirán producir un 10% más de energía y generar a ambos países ingresos anuales de unos 80 millones de dólares. Como es sabido que a la oposición no le gusta nada que beneficie al país, es fácil suponer sus miembros en el Senado intentarán frenar estas obras de cualquier manera.
