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ABU DHABI.- El papa Francisco arribó este domingo a la moderna Abu Dhabi, capital de los Emiratos Arabes Unidos, para cumplir una visita histórica de fraternidad con los musulmanes, la primera de un pontífice a la península arábiga, cuna del Islam.
En Dubhai celebrará mañana la primera misa católica al aire libre en un país islámico. En los Emiratos existe libertad de cultos y el millón de católicos que lo habitan (el 10%) de la población ejercita su religión en varias parroquias y en la catedral de San José, en contraste con la vecina Arabia Saudita que restringe el culto religioso al Islam.
El mensaje de paz del pontífice se hace presente con el trasfondo dramático de la guerra en el vecino Yemen, con los Emiratos como principales aliados de los sauditas en los episodios bélicos que causaron muchos miles de muertos. El gobierno yemení recibe desde 2015 el apoyo de las monarquías del Golfo Pérsico contra los rebeldes hutíes chiitas, respaldados a su vez por Irán, que controlan amplias zonas de Yemen, incluída la capital Saná.
Es desastrosa la situación de los civiles que padecen hambrunas y son víctimas de los choques militares. Este domingo, el papa pidió desde Roma “favorecer con urgencia el cumplimiento de los acuerdos alcanzados” para una tregua en la ciudad portuaria de Hodeida, que es urgente para favorecer el acceso de la ayuda humanitaria a la población yemenita.
