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ASUNCIÓN. En los últimos 19 años, Paraguay perdió un total de 22 millones de hectáreas de su vegetación a causa del incendio. El 60 % corresponde a bosques autóctonos, según los datos recabados por la Universidad Nacional de Asunción (UNA). Solamente en los últimos días, el fuego consumió 39.000 hectáreas en dos grandes focos en el Pantanal paraguayo, que ya han sido extinguidos, pero la previsión de un cambio en la dirección del viento amenaza con traer de vuelta el fuego desde Brasil y Bolivia.

“El Pantanal es un ecosistema complejo, frágil y en alto riesgo porque se está transformando de un humedal a un sistema productivo”, alertó Larissa Rejalaga, una de las ingenieras forestales que dirige los estudios de monitoreo por satélite de los incendios en Paraguay.

La docente de la UNA reconoció que actualmente hay un “riesgo muy alto” de que se produzcan nuevos incendios en el Norte del país, ya que a finales de agosto es el tiempo en el que los agricultores realizan las quemas de rastrojos para adelantarse a la época de lluvias.

“Esto es el inicio de una temporada que va a ser mucho peor”, agregó la especialista.

De hecho, uno de los focos del último incendio se produjo en una finca agrícola de Bahía Negra, Departamento de Alto Paraguay, donde las imágenes del satélite observaron una quema “negligente” con 10 grandes hogueras, que derivó en la tragedia.

“Es un problema social, económico y ambiental”, agregó Rejalaga, quien lamenta que el Pantanal, un hábitat de 340.000 kilómetros cuadrados compartido por Paraguay, Brasil y Bolivia, no reciba tanta atención mediática como el Amazonas.

La ingeniera forestal explicó que el ecosistema del Pantanal ha evolucionado en los últimos años, debido a las quemas incontroladas, lo que ha favorecido a que se desarrolle nueva vegetación de rápido crecimiento para regenerarse. (Con información de la agencia EFE)